¿Separación o colaboración de poderes en Guanajuato?

Jorge Marcelino Trejo Ortiz
Maestro Jorge Marcelino Trejo Ortiz, presidente del Colegio de Abogados del Estado de Guanajuato

Con la elección del magistrado Héctor Tinajero, como nuevo presidente del Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, la expectativa social puede ser en el sentido de que exista una verdadera autonomía del Poder Judicial, en su relación con el Poder Ejecutivo estatal y con el Congreso del Estado.

La separación de poderes es un factor primordial del Estado de derecho, esto es claro. Sin embargo, más allá de la independencia real, lo que conviene a la sociedad es una verdadera colaboración de los poderes con la única finalidad del establecimiento de la justicia en Guanajuato.

Hay un poder que no se nombra, pero es por inicio y al final de cuentas del que provienen y se nutren los otros poderes, me refiero al Poder Social y lo pongo con mayúsculas porque es un verdadero orden social y por ello la sociedad civil debe empoderarse a través de la información, de la formación y de su participación decidida en los temas que le afectan: economía, seguridad pública, educación, cultura, política, medio ambiente y, ante todo, impartición de justicia.

Las verdaderas democracias son las que se fundamentan en la intervención ciudadana, no solo en la elección de gobernantes, sino en su presencia permanente en la vida social y política, en exigir y generar espacios de participación y vigilancia hacia los otros poderes. Ese es el Poder Social, que puede formar y transformar.

Es natural y se da incluso en el orden federal que el Ejecutivo busque tener presencia en los otros poderes. Pero lejos de ejercer un dominio o contrapeso, se debe pugnar por un equilibrio, donde el Ejecutivo no sea enemigo del Legislativo, ni del Judicial. No es una lucha libre de todos contra todos.

Cada poder tiene que hacer su parte: el Ejecutivo realizar las acciones de gobierno que más beneficien a las mayorías, sin menoscabo de las minorías sociales; el Legislativo, emitir o modificar leyes que propicien el desarrollo armónico y un verdadero orden social; y el Judicial, una lucha permanente por la procuración y la impartición de justicia.

Ya habíamos expresado una opinión sobre la designación de Héctor Tinajero, quien sustituye en el cargo a Claudia Barrera. Manifestamos toda nuestra confianza en que hará una buena labor al frente del Poder Judicial. Él mismo ha anunciado acciones que tienen que ver con la transparencia y la inclusión social.

Héctor Tinajero dijo que establecerá las versiones públicas de todas las sentencias emitidas por la institución a su cargo, poniéndolas a disposición de la consulta ciudadana, además de incrementar la cantidad de tribunales y jueces para atender la creciente demanda por parte de la sociedad.

En ese trabajo conjunto de los tres poderes en la entidad, se deberá buscar también una relación colaborativa con los poderes federales y, en el orden municipal, con los ayuntamientos, sin importar colores ni sabores.

Debemos privilegiar un proyecto de ciudad, un proyecto de estado y un proyecto de nación unificados, donde el ser humano sea el eje y el centro de toda acción.

Si se fortalecen los poderes públicos estaremos fortaleciendo también al Poder Social. Pero en la medida que la ciudanía sea participativa, estará asumiendo y ejerciendo su propio poder.