Semáforo Naranja

Adolfo Pons, politólogo y académico leonés.

Se inició una nueva etapa en cuanto al COVID 19 en el estado de Guanajuato. Oficialmente entramos a la conocida “sálvese quien quiera”.

El gobierno del estado privilegió el “beneficio económico” a la salud social. Erróneamente cree que los muertos por venir, son irrelevantes para con la situación económica. Es decir, “no importa que se mueran, total, se van a morir” o “De que se mueran de hambre o por covid, mejor de covid”.

Lo que no podemos negar es que, la variable de volver al trabajo, no significa volver a las condiciones económicas previos a la pandemia. Por ejemplo, las fábricas de calzado que esperaban la temporada de regreso a clases, para la venta del zapato escolar; se quedarán sin fabricación, con los gastos por abrir la empresa, sin ingresos por la falta de ventas y el contagio que por pura probabilidad se dará.

Lo que nos lleva entonces a replantear la situación real en el estado, respecto a pasar de rojo a naranja con las tendencias que tenemos. No solo el estado Guanajuato, sino León específicamente, están por arriba de la media en cuestión de contagios, muertos, letalidad, y números totales.

Es un acto de tendencia criminal, el pretender abrir la actividad económica como lo sugiere el gobierno del estado. ¿Por qué no ha clausurado el Festival del Globo en León? Todo parece ser que, este movimiento de cambio del semáforo, sería el preludio para poder autorizar ese evento.

No hemos aprendido de lo que está sucediendo en Europa y en Asia. Quienes van por delante en el comportamiento de la pandemia y están comenzando a sufrir la segunda oleada post cuarentena, derivado de la reincorporación a las actividades económicas. Tanto Guanajuato como León, deberían ser más analíticos y actuar por delante de ellos.

El concepto que expuso hace unos días el secretario de salud del estado, cuando justificó el cambio a naranja, por la disponibilidad de camas con ventiladores.  Es irresponsable a más no poder. No debe prevalecer sí hay disponibilidad en hospitales para permitir el movimiento, sino el número de contagios y de muertes. De lo contrario seguiremos acumulando muertes con camas vacías.

Las proyecciones que hace el Institute for Health Metrics and Evaluation, de la Universidad de Washington en E.E. U.U. son aterradoras.

La secretaría de salud del estado, registra 605 (07/agosto) de nuevos casos confirmados de contagio. Pero la estimación que hace el Instituto, es que serían hasta de 5,600 nuevos contagios al día. Por el factor de las pruebas que no se hacen.

Lo que nos llevaría a una proyección de muertes a fines de agosto más de 1,700 muertes (se tienen registrados al 07/agosto 1497) y para finales de noviembre hasta 5,700. Es decir, se estima un crecimiento del 235 % para cuando se tenga el Festival del Globo en León ¿Estamos sopesando la verdadera realidad, contra el interés personal de unos cuantos?

La capacidad hospitalaria se vería rebasada antes de llegar este nivel de muertes. La proyección que se tiene es que para la última semana de octubre se rebase la capacidad instalada de camas disponibles registradas (2,400) para el 19 de noviembre se requerirían de 3,951 camas. Es decir, un déficit del 65% y la necesidad de 767 ventiladores en el estado.

Lo peor de este momento, estará en las camas de terapia intensiva; en Guanajuato solo de tienen registradas 65, y para éstas fechas se requerirían 893. Lo que podemos inferir es que los muertos contagiados, se darán por carencia de lugar para ser atendido.

¿Seguiremos privilegiando el factor económico a costa de la salud social? Es un arma de doble filo, estaremos en medio del proceso electoral del 2021 y la recuperación económica no se tendrá, ya que estaremos en la peor etapa de la crisis en esa materia y los muertos siendo velados en soledad y sin compañía de familiares.