Riesgos

arturo mora
Dr. Arturo Mora Alva

Estos años de pandemia que hemos pasado han puesto a prueba la capacidad de las instituciones del estado y de los gobiernos para atender la crisis sanitaria por la que pasa en el mundo. No hay respuestas únicas, ni estrategias que garanticen los resultados más favorables para mantener bajo control la propagación del coronavirus y poder atender a las personas infectadas presentan síntomas que se pueden tornar graves y causar la muerte.

Las nuevas variantes del Covid-19 están haciendo de las suyas y los efectos son por demás peligrosos. Si bien la estrategia de vacunación no tiene un carácter universal aún, debido a que falta tiempo para tener información de los efectos y respuestas secundarias en diversos rangos de edad, principalmente de niños y niñas lo que no ha permitido incluir a todas las personas hasta ahora en el esquema de vacunación, tan es así, que el tercer refuerzo de la vacuna que se está aplicando en las últimas semanas, responde a la necesidad de querer parar los contagios y sus efectos en la brevedad posible, sin embargo la nueva variante Ómicron está propagándose a una velocidad muy alta, respecto a la variante Delta y aún al inicial Sars-Cov-2.

Ante este escenario, crece de manera en paralelo las expresiones propias de la ignorancia, nutridas por la desinformación, que abonan a teorías ficticias conspiracioncitas y otras más que se anclan en el mito y creencias religiosas, que hacen gala del fanatismo y la necedad, está llevando a que muchas personas no se vacunen, pero lo más peligroso es que no están dispuestas a seguir los protocolos y medidas sanitarias, lo que esta creado que el riesgo de contagios y sus consecuencias se incremente.

La deportación del tenista serbio Novak Djokovic en Australia se convirtió en noticia de salud pública y que tiene relevancia en el mundo global que vivemos, dado su intento de ingresar a ese país sin estar vacunado. Uno de los argumentos que las autoridades de esa nación señalaron fue el posible efecto de que su postura personal ante la vacunación contra el Covid-19 podría “alentar el sentimiento antivacunas” y con ello contribuir a que se complique aún más el control de la pandemia. Por otra parte, las protestas en Francia de las y los profesores de educación básica sobre los excesivos cambios de las estrategias protocolarias impuestas por el gobierno ante el Covid-19 y que los han llevado a un paro de labores ante un “hartazgo” y lo que esta pasando también es que estamos registrado eventos sociales que aglomeran a muchas personas, sin que estén los permisos y las medidas sanitarias siendo operadas en esos actos, que van desde fiestas familiares, bailes y eventos como la Feria de León y  la reciente presentación del plan de gobierno de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez, en el teatro Manuel Doblado con una asistencia de 1200 invitados, teniendo síntomas de COVID y siendo confirmado su contagio un día después. Cabe señalar que la Feria de San José Iturbide fue suspendida por el alto índice de contagios COVID en Guanajuato hace unos días.

Lo que sorprende es la actitud de negligencia del gobierno estatal ante la ola de COVID que está saturando ya algunos hospitales en varios municipios del estado. Lo que asombra es que hay opiniones expertas como la del Dr. Alejandro Macias sobre el comportamiento de la nueva variedad Ómicron y la del exsecretario de Salud el Dr. José Ángel Córdova Villalobos que señala el riesgo de los aforos en la feria, en especial en los sitios cerrados, haciendo un “llamado a no vacunados y enfermos a que no asistan” y que dichas opiniones calificadas no están siendo escuchadas

Las opiniones expresadas por el secretario de Desarrollo Económico Sustentable y otras autoridades para llevar a cabo la realización de la Feria León 2022 es que se tomaron “decisiones valientes” pese a los riesgos de COVID-19, agregando que “La vida es un riesgo”. Seguramente en el fondo pensaron en la letra de la canción de José Alfredo Jiménez “Caminos de Guanajuato” y que “Allá en mi León, Guanajuato. La vida no vale nada” y se olvidaron que “El riesgo se define como la probabilidad de un resultado sanitario adverso, o un factor que aumenta esa probabilidad” y que la Feria, sin duda alguna, incrementará esa probabilidad y pasará a ser un “peligro de salud pública” que pondrá a más personas en riesgo de contagio con la infinidad de consecuencias en cada caso.

Ulrich Beck se refirió al concepto de sociedad de riesgo como característica principal de la sociedad moderna. Define riesgo como el rasgo que “caracteriza un peculiar estado intermedio entre la seguridad y la destrucción”. Las autoridades del gobierno del estado de Guanajuato y las del municipio de León se quedaron en la certeza infundada de que es mayor y mejor el beneficio económico, que la salud de cientos de miles de personas y hacen una apuesta, por la “seguridad en las instalaciones” y que lejos de ser una decisión valiente, se convierte en el anuncio de una crisis de salud pública, y olvidan que la salud y la vida no tienen precio, que son un valor y que es muy lamentable la decisión y todo indica que las autoridades responsables han crecido con la idea de la que en Guanajuato “La vida no vale nada”. Hay riesgos calculados, pero también hay riesgos que son imprudencias.