Reviven los muertos

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

Por más que queramos abstraernos de las cuestiones política resulta en ocasiones una tarea un tanto complicada.

Pesa queramos o no, la consigna Aristotélica: “somos animales políticos por naturaleza” algunos inmersos en la cuestión partidista, otros desde ONGs, otros desde lo social y ahora muchos desde las redes sociales.

Lo que es un hecho, seguramente en todos los países, pero particularmente en México, la lucha por “la grande” causa todo un revuelo, múltiples expectativas y claro, la pasión se encarna, nada de que como dice el tango, que el musculo duerme.

Si bien el año electoral inicia en septiembres antes del día de las elecciones, los tiempos se han adelantado. Ya no es cierto que el que se mueve no sale en la foto… ahora el que no se mueve es el que no sale en las fotos.

Tal es así, que han empezado a circular por los típico cafés y restaurantes que tradicionalmente albergan a la clase política, una serie de personajes que reviven, como los muertos, sólo y tan solo cuando los tiempos políticos se avecinan.

Algunos son aves de mal agüero, otros son políticos profesionales, al estilo de lo que menciona Max Weber, otros; los más políticos contratados y pagados por diversos particos partidos o actores políticos que desde las sombras mueven los hilos a conveniencia de intereses obscuros.

Ahora se les ve sonrientes, afables, solícitos, dirán los que saben de política, “sumando votos” porque de ordinario no solamente no aparecen, cuando se les encuentra en los lugares públicos, son oscos, distantes y hasta groseros.

Es fácil de detectarlos, en esos lugares que el ciudadano frecuenta regularmente, cada vez que se aproxima un proceso electoral, pueden ver a dichos personajes, profesionales de la política. Basta echar un vistazo a los clientes frecuentes de los cafés y restaurantes que ahora se ven salpicados de esas aves de paso.

Es un fenómeno que se da en las 32 entidades federativas, en cientos de municipios, grandes y chicos. Desde lugares inusitados se opera políticamente, se le toma el pulso a los ciudadanos, se miden fuerzas, se sopesa la rentabilidad política y electoral de todos y cada uno de los 300 distritos y de miles de secciones electorales.

Inicia el movimiento de todo un ejercito de miles y miles de ciudadanos, todo y todos por La Grande.