Irapuato Gto., a 21 de enero de 2022.-Para los sector restaurantero de Irapuato, el cierre del año pasado no fue alentador porque no se han podido recuperar económicamente después de la pandemia pese al cambio del color a verde en el semáforo de reactivación, aunado a ello, este 2022 han registrado una serie de robos dentro de sus negocios que los mantiene en alerta.
De acuerdo al presidente de la CANIRAC de ese municipio, Miguel Hernández, si bien han logrado un control en el tema de las extorsiones, con frecuencia, a través de sus cámaras de videovigilancia, han observado a personas que merodean sus negocios checando cada detalle de sus instalaciones con la finalidad de robarlos.
Dijo que tan sólo en lo que va de enero ya van 3 robos donde hombres a bordo de motocicletas llegan y se llevan las pertenencias de los locales, después huyen. El modus operandi lo han ido descubriendo a través de la asesoría que les ha brindado la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
“Déjame comentarte que iniciamos este 2022 con algunas situaciones de robos en los negocios, no sé si sea resultado de esta situación, de la situación financiera que hay y la realidad está a la vuelta de la esquina toda esta parte de la delincuencia, pero sí iniciamos esta situación”, comentó.
Ahora la situación para el sector es más difícil, pues aunado a la pandemia y la crisis económica y de salud que esto les implica, han tenido que crear estrategias para evitar robos y tampoco han estado a salvo de las llamadas de extorsión, aunque aseguró que según sus reportes no se ha ejecutado ninguna al menos en los últimos meses.
Referente a los robos comentó que no han sido cantidades elevadas ya que como empresarios han tomado sus precauciones y estrategias como no mantener el efectivo en las cajas y los ladrones sólo se llevan algunas pertenencias de los trabajadores al ver que no hay más.
Sin embargo, la situación del coronavirus y de la nueva variante ómicron sí los mantiene preocupados por la posibilidad de que el semáforo de reactivación económica retroceda de color, lo que implica que sus aforos disminuyan, y por ende, una baja en sus ganancias que han han venido arrastrado desde hace casi dos años cuando llegó la pandemia al estado.
