Amigos lectores, los mexicanos en el devenir histórico de nuestra República hemos tenido contratiempos y divergencias debido a nuestra ideología y puntos de vista, así como en nuestra forma de apreciar la política mexicana e inclusive han sido motivo de guerras internas pero que finalmente una vez terminadas.
La raza de bronce vuelve otra vez a la senda de la cultura del trabajo, pero cuando nuestro país es agredido por extranjeros nos solidarizamos por México, me refiero a agresiones como la invasión a nuestro espacio aéreo o marítimo y porque no, también a la agresión verbal.
Sólo por poner un ejemplo menciono cuando los franceses nos invadieron y fueron expulsados, en su momento por México y ahora mismo el Presidente del país más poderoso de la urbe como lo es EEUU, nos ha denostado llamándonos criminales y otros más vituperios que no recalco más en esta columna porque no quiero darle más publicidad porque ya han sido públicas y notorias, para convencer a los norteamericanos de que su obcecado proyecto tiene justificación para que en más de 3,000 km, que es lo que México tiene de frontera con Estados Unidos, se levante el muro a todo lo alto, agregándole kilómetros y km de púas de alambre, lo que me recuerda los campos minados que la Alemania nazi sembró en la Segunda Guerra Mundial en Egipto, que son explosivos subterráneos que inclusive han cobrado vidas hasta la actualidad por las minas sembradas en el desierto.
En esta tesitura, en el muro de Berlín que se construyó para dividir la ciudad y que fue la prueba más palpable de la guerra fría, también se colocaron 155 km de alambrado acompañados de una zanja, conocida como “la franja de la muerte” y en fin una vigilancia extrema .
Si esta historia no es conocida por los jóvenes de hoy, pero si por mi generación, me parece que es momento de traerla a colación porque nos lleva a evocar momentos fratricidas cuando una persona se atrevía a cruzar este muro.
Por esta razón me parece que Trump, nuevamente vuelve a la cargada para generar odio, desconfianza y miedo a los vecinos del sur; antes decía que los mexicanos pagaríamos este muro pero ahora solamente trata de provocar al Gobierno mexicano al twitear que en México han crecido, en un 33% los delitos dolosos y que pasamos por una crisis humanitaria pero ahora cambia habilidosamente el discurso, para atacar al gobierno mexicano de una manera velada, por lo que celebro que el Presidente López Obrador no caíga en su provocación porque esto generaría una confrontación directa entre ambos Presidentes y desde mi perspectiva, creo que es lo que busca el Presidente Trump.
Antes de continuar, voy a sumarme a lo que opina el autor mexicano Miguel Escobar al definir en su obra El muro de la Vergüenza: “es lamentable que el tema de la migración se subordine a otras agendas como la lucha contra el terrorismo y el combate al narcotráfico.
El predominio de criterios de seguridad nacional sobre consideraciones socioeconómicas y políticas, conduce a la negación de los derechos fundamentales de los migrantes en Estados Unidos, después del 11 de Septiembre, la seguridad se ha convertido en la prioridad nacional y las medidas instrumentadas para garantizarlas, inciden en la migración, con la deplorable consecuencia de confundir a migrantes con terroristas”. Sic.
Las espinas de púas son solo el comienzo y voy a traer a la memoria una cita de la obra de Miguel Escobar que relata cuando 3 migrantes, específicamente una mujer y sus 2 hijos, intentan cruzar la frontera y llegar a Phoenix y de ahí a su destino Delaware, pero en su intento pierde la vida la madre y nos dice el autor “la niña muestra extremada inteligencia, la tragedia que la acaba de convertir en huérfana la ha madurado mucho más allá de sus 11 años, su fortaleza física y mental, sorprende al representante consular”, esta niña le sobrevive a la madre y cuida de su hermano menor hasta ser encontrados por la patrulla fronteriza.
En esta tesitura, si el Presidente de México no contestó nada por cuestiones de diplomacia internacional y porque en estos momentos los Estados Unidos, han lanzado una invasión ideológica que probablemente pueda terminar en una invasión territorial a países latinoamericanos.
Como gobierno, México no puede caer en esa provocación pero los mexicanos no estamos sedados, es decir, nos mueve que un extranjero nos humille y nos trate como criminales y nos duele que el Presidente norteamericanos nos trate como criminales, porque la mera circunstancia de cruzar la frontera, sin visa norteamericana no está establecida como un delito, es sólo una falta administrativa, que en todo caso lo que procede es la deportación es decir el regreso a México, pero nunca que se encarcele.
Por ende aquellos mexicanos que tengan pasaporte y que cuenten con visa , deben de protestar con sus opiniones y su libre pensamiento porque como lo he dicho en otras participaciones, los mexicanos que llevan dinero para gastar son bien recibidos, llámese Nueva York, Disney Word o San Antonio, etc.
En este orden de ideas, que esta columna sea un llamamiento y una convocatoria a todas las fuerzas ideológicas que quieren y aman a nuestro México, para que hagamos un frente común para estar en contra de las políticas internacionales que Trump está fomentado como son la aporofobia, la intolerancia y la xenofobia contra las víctimas, quienes su único pecado es querer cruzar la frontera porque creen que pueden encontrar trabajo en dichas tierras.
Amigo lector, los pasivos nunca serán factor de cambio, repetiré lo que ya he dicho en otras ocasiones, tenemos himno nacional, bandera, territorio e idiosincrasia, no nos dobleguemos ante el agravio de la hegemonía política que nos quiere imponer el Presidente norteamericano, defendamos nuestro valor del respeto al derecho ajeno para que la comunidad internacional lo tenga presente también y no se olvide de México.