¿Qué es extrañar?

Mariana Ene.

(Lamento la falta de imágenes en esta ocasión, así que resulta en ti un ejercicio divino de imaginación)

¿Se han puesto a pensar cuánto de lo que dicen se trata de hablar MAL de alguien más? La falacia por mayoría supondrá que ustedes van afianzando una idea en otros con este tipo de actos, pero habemos algunas personas a quienes esto nos genera un repele nato porque consideramos que todo lo que emana de alguien habla más de ese alguien que de otro. A menos que sólo sea una descripción, pero las ideas, en el mundo de las ideas en donde creen meterse, sólo lo conseguirían si con quien la comparten tiene una peor que la suya y es capaz de aceptar la imposición de otros sin pensar o replantear algo porque simplemente “está mal, ya que él dice que eso de aquel sujeto es malo”, por ende, solo se convence así a personas sin personalidad propia.

Y este mundo está lleno de tantas personas así… Pero bueno, el tema al que quiero ir de lleno es el extrañar. No sé, suena cursi y casi famélico, pero es en todo caso una virtud prejuiciosa llena de un sin fin de trabas para llevarse a cabo de manera normal y no compulsiva.

A estas alturas podríamos afirmar que se trata de sólo el cúmulo de sensaciones ahora precarias de un ente que estuvo y ya no es, pero debemos recalcar que además, no va a ser. Porque si fuéramos por ahí volteando para atrás, ¿en quiénes nos convertiríamos? ¡En insulsos que “no sabían lo que hacían”! Escucharás un lejano gritar.

A ciencia cierta, no existe afirmación absoluta al extrañar y eso es lo que vuelve incierta la teoría por donde habríamos de multiplicar nuestra autoconfianza y la lleva a un puerto que no se sabe si es seguro, es sólo necesario.

La realidad pesa más y está llena de sufragios que elegimos de manera incógnita. La verdad es que te arrancarías la piel por sentir la suya de nuevo, pero eso puede sólo reconceptualizarse para encajar, como cada idea acomodada en lo que te cuentan “de alguien más”, cuando se ríen de ti en tu cara mientras se supone tú de nada te enteras. Cuando te apuñalan con natural franqueza cada voto de confianza que intentas dar. Parece que ahora vives en un mundito en donde una supuesta realidad para ti no es tangible ni te deberías de dar cuenta.

¿Qué pasa si digo lo que siempre he sabido? Que ellos duermen ahí afuera, esperanzados a que su manera de conducirme me lleva a algún lado que es mi predestino. ¿No se les ha ocurrido tomar la mano de a quien ven perdido? ¿No se les ha ocurrido no sentir otra cosa que no sea lástima? ¿No han encontrado nuevas maneras de darle valor a lo que no aceptan que a veces es mejor que ustedes? Siempre hay mejores y peores.

Ya han pasado años y siguen en las mismas usanzas, ¿cuándo van a modificar lo que no es ahora la respuesta? No porque siempre lo fuera era la única manera. Ya vieron y comprobaron que su forma ahora no resulta y no va a resultar y la verdad es que la Inquisición ha dejado un legado que estamos dejando de lado, pero lo recordamos. No es necesario. Nunca lo fue, pero siempre les había funcionado.

No. No siempre “mi generación” es la mejor. No siempre el pasado era mejor. No siempre haz un futuro esperanzador. No siempre los jóvenes no saben. No siempre sabes algo por ser viejo. No siempre tu religión se profesa. No siempre sirves para lo que otros digan que sirves. No siempre eres la idea de otros. No siempre vives del chisme. No siempre te duele tu más hondo dolor. No siempre haces nuevos amigos, encuentras traición y no está mal. No todo es bueno o malo; eso sólo es moral. No se construyó la ética para trabajar, hay trabajo porque hay ética.

No siempre ocupas el lugar prioritario. No todos los hijos son agradecidos. No siempre te deben agradecer. No siempre sales ganando. No todas las veces el fin justifica tus medios. No siempre es mi más grande ambición pudrirme entre fajos de billetes. No siempre eres un hit. No siempre no me doy cuenta de ustedes. (Pero siempre me valen verga… pero no lo escribiré, ahorita lo borro, para quedar bien.) No siempre corrijo mis errores. No tengo por qué siempre hacerlo. No siempre te debo explicaciones. No siempre hay una sola respuesta a tus preguntas.

Han durado tantos años en pensar que sólo había una respuesta conmigo que jamás se dieron cuenta de que no existe una sola fórmula y que el todo se condensa en lo que ni la física cuántica ha logrado unificar: la fórmula unificada de la energïa general.

No siempre prefiero a Einstein. No siempre fui musical. No siempre van a seguir tus consejos. No deberías de dar consejos. No deberías medir a alguien más que también te ve lo lerdo que sos para otras tantas cosas en las que jamás destacarás. ¡No siempre se trataba de su novela y guiones, cámara y acción! Es que me han dejado de apantallar, dice Porter, en su Xoloitzcuintle Chicloso… ¡Ah cómo entiendo a ese sujeto!

Me dejaron de sorprender hace mucho tiempo. Pero me giustaba tanto sentir sorpresa, temía que llegara mi hoy: sólo saber. Muy poco sentir porque lo resguardo al lado de lo que como cualquier malherido atesoro. ¿Saben cómo encontré esta tranquilidad? Cuando sentí amor consciente. No mientras lo vivía. Si hay algo más inconsciente que vivir cualquier forma de amor habríamos de replantear el tener un hijo tan sólo. La parte más inconsciente del ser humano es la más vital: admitirse animal.

Sí, Profesor con 5 doctorados, es usted un lerdo al amar tanto a su profesión, pero es usted y es admirable para usted y eso es suficiente para mí. Sí, madre de familia; es doloroso, ¿qué no? Amarlos tantos y que ellos no vean lo que usted hace por ellos a cada respiración, ¡la inclemencia más grande y benefactora en su eterna devoción de madre (cuando me vea por la calle, madre, abrígueme también como a sus hijos).

Sí, amigos y conocidos virtuosos en sus quehaceres diarios lo que les llevó a ser tan excelentes y la devoción misma a su arte es el acto más animal que han generado para esta humanidad, que además se digna en colocarlos en H. Instituciones como muestra de la bestialidad propia que como seres todos podemos llegar a expresar pero  no con tanta virtud como ustedes, artistas.

Nunca había encontrado tanta asertividad y movimientos como en la furia incontenible y no premeditada, pero he encontrado nuevas maneras. No son mejores y mentí: nunca hubo una respuesta correcta, tengo varias.

Pero de nada sirven si no queremos vernos. Si finjo no sentir. Si vuelvo a “amar” a lo que no amo. Hay quienes mueren puliendo su lado más bestial y animal, como en los casos arriba mencionados y tantos otros actos de amor. Y hay quienes los han tomado en garras para poder tallar y dejar prolijo a su lado más “salvaje”.

Yo entonces soy una salvaje. Y qué virtud. Unos traen meramente sólo las cardinales, las morales: hay más y muchas formas.

Pronto se encontrarán rodeadxs de rarxs como yo. Como lo más único de ustedes. ¿Saben por qué? Porque soy lo que respiras y vives. Porque no somos tan únicxs y esta historia aparentemente mía, es la de tantxs más.

Qué ganas de que Juan Rulfo estuviera sufriendo esto. Pocas personas dieron su amor a la tristeza de darse cuenta de todo este sin fin de “claves” y “misterios”.

Me da pereza conectar los túneles sola. No me da ni susto una vida tan solitaria. ¿Si ven la contradicción del error mismo? Jamás van a resolver algo que tiene más de una respuesta para comprenderse.

Podrían estarse ayudando o haciendo algo enserio de valor, pero nos veo tan entonados… Como si pensaran que enserio son una triste frecuencia y que eso dictaría algo.

¡Cuidado, niños, jóvenes, adultos, adultos mayores! Hay música con ciertas frecuencias que podrían hacerte vomitar, pero les diré el truco de cualquier “trampa” o “acertijo oculto”: ¿tú en qué crees? Porque sólo en lo que creas te va a afectar de manera elocuente. En ese momento no lo verás, pero con el paso del tiempo que es lo único que denota la elocuencia misma, te podrás percatar de que jamás fue una gran idea hacer algo si el otro no cree en ello. Tan simple como pensar en que el extraterrestre que recibió la canción de “All You Need Is Love” NO SABÍA QUE ERA UNA CANCIÓN. ¡No mamen!

Total, para no ponerme fastidiada y a fastidiar, ¡les invito a repensar su forma sin estrategia! ¡Ah sí! Otra cosita, todos los que según no sabemos, nos juntamos a diario para redebatir el motivo de por qué siguen actuando exactamente igual, y cuando hacen una nueva teoría, nos da mucha gracia, pero no haremos algo para detener a algo que no sea nuestro propio mal, del suyo, ¡encárguense ustedes!