Uno de los actuales temas muy discutidos en la agenda pública es el presupuesto para el año próximo. Es muy importante porque además de visualizar el panorama económico del país permite identificar las prioridades del gobierno que inicia.
Ya existen muchos análisis a favor y en contra del presupuesto. En este espacio buscamos retomar algunos aspectos básicos que nos permitan resaltar su relevancia para la economía mexicana del año 2025.
CRITERIOS GENERALES
Comencemos con los criterios generales que son la base para los ingresos y los egresos. Si su pronóstico es acertado es muy probable que se pueda cumplir con lo proyectado. Los principales son los siguientes:
Crecimiento: 2.3% del PIB.
Inflación: 3.8%
Tasa de interés: 8.0%
Tipo de cambio: 18.7 pesos por dólar.
Petróleo: 57.8 dólares.
La observación más recurrente es que plantea un escenario muy optimista, por ejemplo: en el caso del crecimiento de la economía su expectativa estaba por encima de los pronósticos de instituciones como el FMI que considera un 1.3% y Banxico que lo contempla en 1.2%.
Otro ejemplo es el tipo que en este momento se encuentra en 20.29 pesos por dólar, eso significaría que el peso se tendría que apreciar considerablemente.
De no cumplirse el crecimiento económico afectará la recaudación y si el tipo de cambio se mantiene volátil por encima de los 20 pesos, afectará el costo financiero de la deuda del país. Son temas importantes para la economía mexicana.
INGRESOS
Respecto a los ingresos, el presupuesto considera un incremento del 5.4% y se trataría de 8 billones 55 mil 649 millones de pesos. No se contemplan nuevos impuestos; por lo que, se calculan que aumenten los ingresos por una mejor recaudación. Es lo que ha venido realizando la 4T desde el 2018 y le funcionó durante el primer sexenio.
El mayor incremento esperado sería en los no tributarios (no energía) con un 37.3%, pero también, se espera un crecimiento en los tributarios: el ISR y el IVA.
De esta manera, se espera ver un mayor cumplimiento de los contribuyentes y combatir el fraude fiscal.
EGRESOS
El tema del gasto es otro de los puntos más discutidos porque ahí se revisan las prioridades del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Pero vayamos por partes, el total de gastos se reduce 1.9% respecto al 2024. Esto con el propósito de reducir el déficit fiscal. A pesar de ello, el espacio fiscal continúa reduciéndose desde el 2021 para encontrarse en 1.7% del PIB. El gasto total asciende a 9 billones 226 mil 215 millones de pesos.
En cuanto a las prioridades, el actual gobierno continúa teniendo como la principal el pago de pensiones. Asciende a 2.2 billones de pesos y tiene un incremento del 4.3% en relación con el 2024.
Para inversión se destinan 997 mil millones de pesos, una reducción del 14% respecto al año anterior. Las áreas en donde se mantiene la inversión son: hidrocarburos, transporte y electricidad.
Respecto a Seguridad hay un recorte del 36%: la secretaría de Seguridad, la secretaría de la Defensa y la Marina, en conjunto tienen destinado 288.3 mil millones de pesos. Siendo uno de los principales problemas del país.
El presupuesto para salud es de 113.6 mil millones de pesos y también sufre una reducción al año anterior, en su caso es de 11%. Con lo anterior, se observa complicado avanzar hacia la cobertura universal.
El gasto en educación asciende a 1.1 billones de pesos y tiene una disminución de 1.2%. Se tiene como una novedad en este sexenio la beca Rita Cetina que favorece a los estudiantes de educación básica.
El gasto federalizado también sufre una disminución. Los recursos destinados son 2.6 billones de pesos, pero disminuye 1.2%. De esta manera, algunos estados recibirán menos recursos, comenzando por los de la oposición.
DEUDA
En cuanto a la deuda pública es muy interesante lo que contempla el presupuesto del 2025 porque considera una disminución gradual de los requerimientos financieros después del endeudamiento del 2024: 1.4 billones de pesos en el 2025, 1.2 billones de pesos para el 2026 y 1.1 billones de pesos en el 2027.
A pesar de ello, la idea es mantener el saldo histórico de los requerimientos financieros en 51.4% del PIB durante todo el sexenio.
Todo lo anterior, dependerá del crecimiento de la economía, de las tasas de interés y del tipo de cambio. Así que la deuda pública estará muy condicionada.
BREVES CONCLUSIONES
Con lo arriba expuesto podemos llegar a cuatro conclusiones momentáneas:
Primero, el escenario económico es muy optimista si consideramos la evolución económica reciente del país, la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos y los efectos de los conflictos geopolíticos que continúan escalando y los cambios institucionales en nuestro país.
Segundo, por consecuencia también es optimista una mayor recaudación de ingresos; sin embargo, tendríamos que darles el beneficio de la duda por lo conseguido durante los seis años anteriores. No dudamos de una mejor recaudación, pero sí del crecimiento de la economía.
Tercero, se mantiene la prioridad en el pago de pensiones en detrimento de otras responsabilidades del gobierno federal que con el discurso de la austeridad y “de hacer más con menos” justificarán las medidas. Esta medida, aunque es muy criticada, les sigue funcionando; por lo que, no tienen ningún incentivo para modificarla.
Por último, el manejo de la deuda será responsable; por esa razón, reducirán el déficit y pagarán intereses de la deuda; sin embargo, seguirán manteniendo el saldo histórico de los requerimientos financieros en el límite de 51.4% del PIB. Esto también implica un riesgo por el crecimiento, los intereses y el tipo de cambio.