¿Por qué vendemos más pero sin poder aumentar precios?

La pregunta que aparece en el título de esta entrega semanal es una que me hacen frecuentemente, y es que al parecer, para muchos negocios este ha sido un periodo en el cual las ventas han ido creciendo de manera moderada, pero la rentabilidad de los negocios ha ido hacía abajo producto de que los precios de venta al público no han subido a la par de lo que han aumentado los costos de producción. Hay que tener presente que en la medida que cae la rentabilidad del negocio, las posibilidades de reinvertir, crecer, pagar mejores sueldos, innovar, modernizarte, tecnificarte, etc. se ven severamente afectadas, y es por ello que este tema es muy importante. Buena parte de la razón por la que esto ha sucedido tiene que ver con un mercado laboral precarizado, en el cual hay cada vez más personas con una fuente de ingresos, pero con niveles salariales estancados en términos reales como veremos a continuación.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el periodo del segundo trimestre de 2012 al mismo trimestre de 2018, la población ocupada en México pasó de 49.003 millones a 53.785 millones de personas, lo que representa un aumento de 4.781 millones, equivalentes a un 9.8% adicional. De manera paralela, en el periodo de junio de 2012 al mismo mes de 2018, el número de trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pasó de 15.806 millones a 19.894 millones de personas, lo que representa un aumento de 4.087 millones, equivalente a 25.9% de aumento. Esta evolución implica que pasamos de tener, en el segundo trimestre de 2012, el 32.25% de la población ocupada registrada en el IMSS, a tener el 36.98% de la población ocupada registrada en el IMSS para junio de 2018.

No obstante esta favorable evolución, vemos con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de INEGI, que el empobrecimiento del empleo en nuestro país continúa manifestándose. En el periodo del segundo trimestre de 2012 al mismo trimestre de 2018 si bien la población ocupada que no recibe ingresos disminuyó en 679 mil personas, lamentablemente las personas que ganan hasta un salario mínimo aumentaron en 1.949 millones y los que ganan más de 1 y hasta 2 salarios mínimos crecieron en 3.811 millones de personas. Esto se dio mientras el número de personas que trabajan y ganan más de 2 y hasta 3 salarios mínimos disminuyó en 1.019 millones, los que ganan más de 3 y hasta 5 salarios mínimos decrecieron en 492 mil, y los que ganan más de 5 salarios mínimos cayeron en 1.464 millones de personas. Estas cifras son impresionantes porque indican que en el periodo de análisis la suma de las personas que ganan menos de 2 salarios mínimo aumentó 31.6%, mientras que la suma de los que ganan más de 3 salarios mínimos disminuyó 17.3%.

Es de esta manera que vemos que en el segundo trimestre de 2012 la población ocupada en México ganaba en promedio 2.45 salarios mínimos al día, lo que multiplicado por un salario mínimo de 60.5 pesos nos arroja un ingreso nominal promedio diario de 148.19 pesos. Para el segundo trimestre de 2018 el ingreso promedio diario de la población ocupada en México fue de 2.16 salarios mínimos al día, lo que multiplicado por un salario mínimo de 88.36 pesos nos arroja un ingreso nominal promedio diario de 190.92 pesos. Es así que en términos nominales el ingreso promedio diario de la población ocupada en México creció 28.8% entre el segundo trimestre de 2012 y el mismo trimestre de 2018. Sin embargo, el hecho de que la inflación en el mismo periodo haya sido de 26.7% hizo que prácticamente la totalidad del aumento nominal del ingreso promedio de la población ocupada se anulara.

De hecho, el incremento del ingreso promedio diario en términos reales (ajustado por inflación) en el periodo del segundo trimestre de 2012 al mismo trimestre de 2018 fue de apenas 1.7%, lo que implica una tasa de crecimiento promedio anual de apenas 0.27%. ¿Entonces ante este raquítico avance en los ingresos reales de la población ocupada en México porque escuchamos tantas veces que uno de los motores de crecimiento económico fue el aumento del mercado interno? Pues simplemente porque hay mucha más gente trabajando, no porque los que trabajan ganen más. De hecho el aumento de la masa salarial (el ingreso promedio de la población ocupada multiplicado por el número de personas trabajando) en términos reales en el periodo antes mencionado es de 11.6%, lo que representa un incremento promedio anual de 1.84%.  Esta es sin duda una tasa que favorece el crecimiento del consumo de manera agregada.

Este último dato es muy importante para los empresarios ya que explica parte del porque puedes vender más, pero sin poder aumentar los precios de tus productos. Para ejemplificar, la situación antes descrita  explica como un fabricante de zapatos puede pasar en 6 años de producir y vender 4,500 a 5,000 pares semanales, pero también explica porque pasó de venderlos de 479 a 499 pesos (supongamos precio aparador). Y es que insisto, si, hay más gente comprando, pero esas personas no tienen un mayor poder adquisitivo que les permita adquirir bienes de un mayor precio, por lo que muchos fabricantes durante este sexenio han tenido que absorber diversos aumentos en sus costos de producción, sin elevar demasiado sus precios, sacrificando la rentabilidad del negocio.

Desde luego que el anterior ejemplo es una súper simplificación de lo que está sucediendo y cada empresa en las diferentes ramas industriales enfrenta una realidad diferente en cuanto a ventas y posibilidades de aumentar el precio de su producto. Hay quien tendrá un magnífico desempeño en cuanto a ventas y quien no, y desde luego hay quien pudo aumentar los precios de sus bienes en función de haber brincado a un segmento de mercado que demanda un mayor valor agregado. No obstante lo anterior, y en función de lo platicado con varios empresarios, creo que el ejemplo de los zapatos refleja relativamente bien lo que sucede con el mercado interno.

Otro factor que sin duda afecta la situación es lo que sucede con las grandes cadenas comerciales, las cuales acaparan cada vez un mayor porcentaje de los canales de venta de productos en México. Estas grandes cadenas, en aras de brindar los precios más bajos posibles, y dada la creciente competencia que enfrentan por las ventas en línea de gigantes como Amazon, es que no les permiten incrementos de precios a muchos de sus proveedores. Además de los otros problemas que surgen por los descuentos no autorizados, cargos por gastos de publicidad, entre otros, que también presionan la rentabilidad del negocio de los productores. Es así que aunque un fabricante no le venda a estas grandes cadenas, igual se ve afectado negativamente porque estas gigantescas empresas son referentes de mercado para el establecimiento de precios en amplios sectores de la economía.

Otro aspecto que también afecta negativamente las posibilidades de aumentar los precios por parte de los fabricantes es lo extendida que sigue estando la economía informal, y no me refiero a la existencia de puestos ambulantes y tianguis, sino a que muchas grandes empresas, enormes productoras de bienes manufacturados están en la ilegalidad completamente o parcialmente. Muchas empresas en México compran facturas, venden remisionado sin reportar la venta al fisco, tienen a un pequeño porcentaje de sus trabajadores registrados en el IMSS, entre otras tantas prácticas de informalidad. Esto consiste una fuente de competencia ilegal para quien si está en orden y en la formalidad, ya que para el legal los costos de producción son más altos y la rentabilidad más baja. Entonces lo que sucede es que cuando una empresa formal se enfrenta a una serie de competidores ilegales, pues es complicado poder aumentar los precios de los productos porque te sales de mercado. Es así que como no puedes subir los precios, la rentabilidad baja y eventualmente se complica el poder pagarle mejor a los trabajadores, lo que a su vez se traduce en la precarización de los puestos de trabajo, que comentaba al principio de este artículo editorial.

A manera de conclusión podemos señalar que México debe buscar romper el circulo vicioso en el que se encuentra, uno en el que hay muchas empresas pobres producto de la pérdida de rentabilidad del negocio por los crecientes costos de producción y estancamiento de los precios de venta. Esto incide en las posibilidades de mejorar los ingresos de la población ocupada, por lo que se debe atender de manera integral combatiendo la ilegalidad (interna y externa), mejorando las prácticas comerciales de las grandes cadenas comerciales, y trabajando en las otras asignaturas que tenemos pendientes como el aumento de la productividad.

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