Agencias, a 31 de agosto de 2023.- Investigadores belgas han descubierto la presencia de “químicos eternos”, conocidos como sustancias poli y perfluoroalquiladas (PFAS), en el 90 % de las marcas de popotes de papel que analizaron en su estudio. Estos químicos, que son potencialmente perjudiciales para la salud humana, la vida silvestre y el medio ambiente, persisten durante un largo período y se descomponen lentamente con el tiempo. Este hallazgo plantea dudas sobre la supuesta eco-amigabilidad de los popotes de papel en comparación con los de plástico.
En respuesta a las prohibiciones de productos de plástico de un solo uso en varios países y al aumento de alternativas a base de plantas, los investigadores llevaron a cabo un análisis en 39 marcas de popotes obtenidos de diversas fuentes. Encontraron PFAS en la mayoría de las marcas, con 18 tipos diferentes de PFAS detectados en total. Las marcas de popotes de papel presentaron la mayor prevalencia de PFAS, con un 90 % de ellas conteniendo estos químicos, seguidas por las de bambú (80 %) y plástico (75 %), mientras que las de vidrio (40 %) y acero inoxidable no presentaron PFAS.
El Dr. Thimo Groffen, de la Universidad de Amberes en Bélgica, líder del estudio, comentó que a pesar de que los popotes hechos de materiales vegetales son promocionados como más sostenibles, la presencia de PFAS en ellos desafía esta afirmación, ya que no son necesariamente biodegradables. Se sospecha que estos químicos están presentes en los popotes de papel debido a su revestimiento repelente al agua.
Aunque las concentraciones de PFAS encontradas en el estudio fueron bajas y el riesgo para la salud humana es limitado debido al uso ocasional de popotes, los científicos advierten que con el tiempo, estas concentraciones podrían aumentar en el cuerpo humano. Se ha vinculado a las PFAS con una serie de problemas de salud, desde una menor respuesta a las vacunas hasta daños hepáticos y varios tipos de cáncer.
El estudio sugiere la preferencia por el uso de popotes de acero inoxidable o incluso evitar el uso de popotes por completo como una medida más segura y sostenible. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Food Additives & Contaminants.