Pobres, ricos o clase media ¿cómo pasaremos las Fiestas de Navidad y Año Nuevo en la ciudad de León y, por extensión, en Guanajuato?, Creo que será con grandes contrastes aunque estemos en una reactivación, luego del confinamiento por la pandemia.
La semana pasada se publicó que nuestro Estado salió del top ten de crecimiento económico y nos instalamos en el sitio número 14, por lo menos de media tabla para arriba.
En esta semana que terminó, en medios locales y nacionales fue muy destacado que León es el municipio con el mayor número de pobres en todo el País. ¿Es uno de los pecados ser la tercera ciudad más poblada de México? ¿O es una muestra de que no hemos sabido promover la justicia social?
El Coneval indicó que, en los últimos cinco años, los municipios con más aumento de pobreza son León, Guanajuato; Iztapalapa, Ciudad de México y Nezahualcóyotl, Estado de México.
León, que hace cinco años estaba en cuarto lugar en número de personas en pobreza, con 522 mil, ahora ocupa el primero con 817 mil y esto no sólo es consecuencia del año que vivimos el encierro (2020).
Si nos restriegan estos datos, no es momento de ver quién es responsable, pero queda una duda, porque el Alcalde que nos tocó en un sexenio, y que se suponía que es experto en desarrollo económico, no supo llevar a la par la disminución de la pobreza, sino al contrario la generó con políticas públicas equivocadas.
En otro artículo, propuse la creación de un consejo consultivo de desarrollo económico, social y humano para León (no es el hilo negro porque ya existe en otras ciudades), que no sólo oriente las políticas públicas del Ayuntamiento, sino que plantee horizontes para el sector empresarial en esos temas.
Recordemos que la superación de la inseguridad y la violencia, en gran medida se puede atacar desde la creación de oportunidades de crecimiento económico, social, cultural y educativo.
Retomando la pregunta de cómo es que pasaremos la Navidad pobres, ricos o clasemedieros, es increíble cómo los leoneses hemos tenido el ahínco de salir adelante y preservar el optimismo a pesar de las desgracias económicas, sociales, de seguridad y de salud.
Lo que no debemos olvidar es la solidaridad de no sólo dar pescado entre nosotros, sino de enseñar a pescar, de promover el emprendimiento y la superación del rezago social, de echarnos la mano unos a otros y apoyar especialmente a los más desprotegidos.
Desde este espacio y a título personal, aparte de que se haga desde el Colegio Estatal de Abogados, deseo que la superación comience en nuestras personas, para que seamos capaces de hacerlo en el seno familiar y luego como Ciudad, Estado y País.
Desde el fondo de mi corazón, deseo a todos una verdadera Feliz Navidad y que el Año Nuevo también sea pleno de bendiciones y prosperidad para todos.
