¡Pobre León, tan lejos de Dios!

Fito Pons
Adolfo Pons, politólogo y académico leonés.

Ya en plena fase 3 de la contingencia sanitaria, las complicaciones por las no acciones y las malas decisiones comienzan a hacer mella en el aspecto social, pero sobre todo en lo económico. No han atinado, bajar los fondos de apoyo del gobierno estatal, que con tanta parafernalia se anunciaron como salvadores de la industria.

¿Pero, qué nos espera? ¿Por qué es que vamos a sufrir los empresarios locales y en consecuencia la plantilla laborar? La situación mundial es por demás complicada, lo que reflejará para la industria local un periodo no solo de incertidumbre, sino de recesión económica. Veamos un poco de análisis. La Cámara de Calzado hace un sondeo (no puede ser considerada, técnicamente, como encuesta) donde surgen aspectos por demás interesantes.

De las 101 empresas que contestan el sondeo, solo el 13% exporta su producto, el resto atiende el mercado nacional, lo que expone una debilidad por demás marcada, por la condición de mercado que tenemos.

Para el 68% de las empresas, sus ingresos han caído, por la contingencia sanitaria, entre el 75 % y 100 %, lo que obliga a no pagar a sus proveedores y éstos a los suyos; haciendo una cadena insostenible. El 60% espera menores ventas, una vez terminado el periodo de cuarentena. Pero, ¿Cómo compraría material sí no tiene dinero y no pagó a sus proveedores? El 50% de las empresas ya habían reducido su plantilla laboral, para cuando se levantó el sondeo. Lo que impactaría sí, solicitan el crédito del Gobierno del Estado, por ser requisito de no haber despedido más del 10% de la plantilla ¿Cuántos despidieron a más del 10 %? ¡Todos!

El 70 % asegura que no sobreviviría su empresa más de 30 días en esta condición y el 82 % requiere de apoyos para pagar la nómina o créditos a tasas preferenciales. Pero, esos apoyos servirían solo para solventar el gasto de mano de obra, no sería para poder “operar” nuevamente la empresa.

Y por sí fuera poco, la industria se enfrentará a un cambio en su paradigma. No abrirán y venderán como por arte de magia. Primero, el 83 % de las empresas dice que les cancelaron los pedidos y órdenes de compra, entonces ¿Qué producirán? ¿Esperan pedidos inmediatos de los grandes compradores?

Las principales cadenas de ventas de calzado, tienen cerradas en promedio el 90 % de las zapaterías. Las departamentales, a excepción de Coppel, está cerrado el 100%. Lo que impactará sus ventas y no generará compras inmediatas por tener inventario en tiendas.

Aunado a esto, veamos las proyecciones que hace Deloitte y EY (Ernst & Young) sobre el comportamiento del consumidor post Covid 19.

Deloitte Consulting, estima que, durante el confinamiento, las ventas de Calzado caerían entre el 85 % y 90 % y para el escenario intermedio (reapertura económica a más tardar julio) los comercios detallistas enfrentarían serios problemas para deshacerse de inventarios a pesar de descuentos, enfrentarán cierre de sucursales y cierres definitivos muchos pequeños y medianos comercios. Consideran una recuperación a la normalidad de operación hasta el 2021, de las categorías contraídas (Calzado) pero sin llegar al nivel de gasto per cápita del 2019.

Para EY considera que el consumidor final “post-COVID 19” disminuirá su consumo en ropa-calzado, automóviles nuevos y casas; en consecuencia, por el aumento del gasto en otras categorías.

¿Entonces, qué esperan vender los zapateros, si no habría demanda agregada de su producto?

Otro sector que impacta en la economía local, es el automotriz. Por lo que debemos ver qué se espera de éste. El lunes pasado, el gobierno de Estados Unidos, presentó sus indicadores sobre órdenes de productos duraderos en el primer trimestre del año, donde muestra una caída del 14 %. De los cuales 13 puntos porcentuales corresponden a la compra de autos nuevos.  Esperemos resultados por demás catastróficos para el 3 trimestre, en consecuencia, la baja en producción en las plantas del estado, que surten al mercado americano.

Del otro sector que mueve la economía, la construcción, mejor ni hablemos, sí para el cierre del 2019 era pavorosa su contracción, para el 2020 estará en el doble dígito en negativo.

Por lo que queda el PIB nacional solamente, para poder apoyar al resto de los sectores económicos de la ciudad. Y éste sí bien nos va, estará entre el -8 % y – 9% al final del año.

Como vemos ¡pobre León! No solo será darles préstamo a las empresas para pagar la nómina.