Ciudad de México, 18 de junio de 2024.- Guanajuato se suma a los esfuerzos para que los productores de maíz de la región Bajío del país, tengan acceso a mejores ingresos por la comercialización de sus cosechas.
El secretario de Desarrollo Agroalimentario y Rural del estado de Guanajuato, Paulo Bañuelos Rosales, participó en la primera reunión de trabajo para el Ordenamiento de la Comercialización del Maíz del Ciclo Primavera Verano 2024, integrada por los estados de Jalisco y Michoacán, y en la que también participaron instancias federales, organizaciones de productores y representantes de la industria del maíz.
El objetivo de la reunión fue analizar la problemática actual del proceso de comercialización del ciclo Primavera – Verano y establecer un diálogo para mejorar las condiciones para las y los productores de maíz, a fin de que tengan un mejor ingreso.
Paulo Bañuelos propuso que se considere un pago base al productor de mínimo 100 dólares por tonelada, para integrarla a la determinación del precio del maíz para el próximo ciclo PV 2024. Esta base será una parte del precio que se busca.
Enfatizó que es urgente que las autoridades federales den atención a estas solicitudes, pues de ello depende que las cosechas de los productores de la región Bajío, específicamente los guanajuatenses, obtengan ganancias y no sólo pérdidas.
Los Secretarios invitados coincidieron con el titular de la SDAyR, en que la situación actual amerita el compromiso del gobierno federal, pues en ambos estados también se está afectando el precio de las cosechas.
A la reunión asisitó la secretaria de Desarrollo de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco, Ana Lucía Camacho y el secretario de Desarrollo Agroalimentario y Rural de Michoacán, Cuauhtémoc Ramírez Romero.
Los recibió el coordinador General de Agricultura de la SADER, Santiago Argüello Campos, quien se comprometió a colocar en su agenda como primer punto las propuestas generadas para presentarlas ante el grupo de Comercialización del Gobierno Federal, y de esta manera generar los esquemas de comercialización justos, para que los productores queden protegidos ante la volatilidad del mercado.