Parteras podrían disminuir muertes maternas y violencia obstétrica

Partera tradicional.

Notimex.- A pesar de los avances logrados en la medicina y la salud, hoy más de 340 mil mujeres y más de tres millones de niños de todo el mundo mueren cada año, como resultado de complicaciones evitables en el embarazo y el parto.

Dicha cifra, revelada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) cobra relevancia al celebrarse este 5 de mayo el Día Internacional de la Matrona o Partera, una actividad milenaria que prevalece a través de la experiencia de las mismas mujeres.

En el marco de esta celebración, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) destacó el papel preponderante que tienen las parteras tradicionales, ya que su ayuda puede contribuir a la disminución de la violencia obstétrica.

Por ello, este organismo ha destacado la necesidad de proteger y preservar esa práctica ancestral, además de posibilitar su ejercicio y el acceso a la misma en condiciones pertinentes.

El viernes pasado apoyó la celebración de la Tercera Emisión del Seminario “Partería Tradicional en la Prevención de la Violencia Obstétrica y en su Defensa como un Derecho Cultural”.

Al inaugurar el encuentro, el titular de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, destacó que es deber de las autoridades propiciar su conocimiento y entendimiento social, no solo como expresión cultural, sino como opción real de salud y vida para las personas.

Además, se manifestó en favor de valorar el aporte de las parteras tradicionales en la salud sexual y reproductiva de las mujeres y en la prevención de la violencia obstétrica.

Y es que uno de los principales problemas que enfrenta hoy una partera o matrona es el rechazo a esa actividad, con el argumento de que la mejor atención sólo la pueden otorgar las instituciones de salud. Sin embargo, si bien México logró disminuir su razón de mortalidad materna (RMM) en 57.8 por ciento, entre 1990 y 2015, lo cierto es que el país no ha cumplido con el compromiso de reducir ese indicador en tres cuartas partes, como se acordó en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Tal y como revela la investigación “Fortalecer la partería: una deuda pendiente con las mujeres de México”, el promedio nacional de 38.9 muertes maternas por cada 100 ml nacidos vivos esconde enormes disparidades e iniquidades al interior del país.

Ello, en resumen, se da a pesar de los avances en la cobertura y calidad de los servicios médicos, debido a que persisten enormes brechas en el acceso a una atención calificada en la salud materna.

Esta fue la razón por la que en su momento, el gobierno mexicano, con apoyo de la Fundación MacArthur y en alianza con organizaciones de la sociedad civil,  impulsó un movimiento para fortalecer el rol de las parteras profesionales en la atención a la mujer.

Es así como en junio de 2016 se aprobó una versión revisada de la Norma Oficial Mexicana 007, para la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, así como del recién nacido. En el texto se hacía referencia específica a las parteras como prestadoras calificadas para la atención del parto de bajo riesgo obstétrico. La norma es de cumplimiento obligatorio a nivel federal para todo el personal de salud del sector público, social y privado en México.

A partir de entonces, y a la par de la declaración de la OMS en 1992 para celebrar el Día Internacional de la Matrona o Partera, se ha buscado el fortalecimiento y apoyo a esa actividad, pues las matronas están preparadas para proporcionar casi todos los servicios relacionados con el embarazo y el parto.

Cada año, la Confederación Internacional de Matronas realiza una campaña para celebrar este día que este 2019 aborda el tema: “Matronas: Defensoras de los Derechos de las Mujeres”.

Por lo pronto, las autoridades mexicanas deberán reconsiderar nuevamente el valor de las parteras en el país y apoyar que su labor se coordine con la atención médica que se da en las instituciones de salud, para lograr una verdadera atención digna y segura a las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio.