Olympia cumple 70 años de endulzar la vida de León

Quién no recuerda haber ido de niño con sus papás, a comprar dulces y especialmente chocolates (a granel y por gramaje) para luego ir con la novia y hoy... con los hijos.

León, Gto., 21 de septiembre de 2025.- Olimpia, reminiscencia de la mitológica Grecia, es el nombre de la dulcería más antigua, emblemática y entrañable de León.

Es también una historia de amor perenne, de un griego y una leonesa.

Don Nicolás Markakis, el propietario, hoy viudo de Guadalupe Rodríguez, continúa con una de las cosas que más quiere y le da vida: seguir con la tienda, donde le ayuda su hijo y donde trabajan empleadas.

A sus 89 años de edad, el señor Nicolás tiene sus ojos cansados pero retoman brillo cuando habla de su tienda, de su pasión.

Te tiene que gustar lo que haces, sentencia, para hacerlo bien.

Quién no recuerda haber ido de niño con sus papás, a comprar dulces y especialmente chocolates (a granel y por gramaje) para luego ir con la novia y hoy… con los hijos.

Un ritual que es “deja vu”: tu producto en celofán atado con un listoncito y luego a la bolsa de papel.

Si los dulces pueden ser adictivos, los chocolates son mágicos, como manjar de dioses, desde su ascendencia azteca hasta la conquista de los mayas y todos los continentes.

Chocolate, puerta de alegría, tal vez amargo para dulces recuerdos, tal vez dulce para los recuerdos amargos.

Pero es un prodigio que se deshace en el paladar e impregna el alma.

Hay de todos, dice don Nicolás, rellenos de licor y cerezas, envueltos con almendras, con cacahuate, amargos, dulces, café y blanco, espolvoreados y un delicioso etcétera…

La tienda en el local 9 del Portal Guerrero de la Plaza Principal, ha sido testigo y protagonista de la historia.

Nicolás Markakis, una dulce herencia y profunda tradición en el centro de la ciudad. Foto: Moisés Cervantes

Su papás con cinco hijos, inmigrantes griegos, llegaron primero a Michoacán donde pusieron una dulcería y luego él vino a León donde hizo lo propio.
De mis hermanos y yo, solo yo sobrevivo, expresa.

Aquí conoció el joven Nicolás a Guadadalupe, los dos estudiaban sus carreras, ella Contadora Pública, él Medicina, pero luego al casarse, su ocupación y sustento principal fue su tienda.

Los dos, siempre elegantes, siempre pulcros siempre correctos.

Una historia de amor no igual pero en algo parecida a la de la película Chocolat (en Netflix), que es la de Vianne Rocher (Juliete Binoche) y Roux (Johnny Depp) donde ella instaló su tienda en un pueblo de la Francia de 1959.

Desde 1957, recuerda don Nicolás, llegamos aquí y pusimos la dulcería.

La gente nos ha dado su preferencia, señala, y nos sigue apoyando. Cómo no, si Olimpia siempre está limpia, siempre ordenada, siempre amorosa.

Caramelos, chocolates y también dulces típicos tiene Olimpia que ahora experimenta como tienda de regalos y qué mejor presente para el culto al pasado y la esperanza de futuro.

El Comité de los Festejos por los 450 años de la Fundación de León, le ha anunciado un reconocimiento a la tienda Olimpia, a su dueño, por ser emblema de una ciudad que tiene al trabajo como divisa, a la solidaridad como bandera y al amor como sustento, como alimento.

Nos despedimos de don Nicolás Markakis y, para una foto más, su mano marcada por el tiempo toma fuerza para posarse sobre un frasco lleno de minibombones envueltos en chocolate.