Las relaciones interpersonales han sido el estudio de muchos profesionales de la salud, sobre todo cuando se fractura o lastima una relación con una infidelidad.
A nivel cerebral las infidelidades, afectan igual que un trastorno de estrés postraumático; por esta situación, hay parejas que les cuestan mucho volver a confiar, creer, y avanzar.
La infidelidad es un problema moral, ético, psicológico, emocional y mental. Estos factores se ponen en conjunto cuando se toma la decisión de romper un acuerdo. Pero no son los únicos componentes, que se consideran; pues actualmente con el avance de la tecnología, las redes sociales, el acercamiento de las personas y la falsa “privacidad” que en ellas se esconden, toman partido en estas decisiones.
Muchas personas creen que los rompimientos de los acuerdos entre parejas, suceden con las relaciones sexuales de los involucrados, sin embargo, la infidelidad comienza en el momento que se esconde la relación, se cuidan las conversaciones o bien, se “tontea” en redes sociales y mensajes privados.
Nuestra primera acción en estas situaciones, son las palabras, ya que captan nuestra atención, entran en nuestra mente, provocando una distorsión en nuestra percepción. Pues llegamos a sentirnos alagados, elevan nuestro ego, aunque sea de manera errónea, nos sentimos confiados, pero sobretodo, no tenemos esa responsabilidad de compromiso que se tiene con la pareja, la cual quita un peso importante en la nueva relación y permite la continuidad de la misma.
El amor se basa en Comunicación, lealtad, confianza y compromiso. Aprendiendo estos valores en nuestra primera infancia y en la relación con nuestros padres y hermanos. Teniendo en cuenta el apego seguro que ellos nos brindan y que en la edad adulta nuestro inconsciente refleja.
La infidelidad es una decisión que se toma para evadir una responsabilidad de un compromiso, cuya herida de la infancia y posteriores en la vida adulta queremos evitar. Pero como seres humanos tenemos el compromiso de evolucionar, conociendo nuestras heridas, sanándolas y eligiendo parejas donde podamos vivir una relación de apoyo, confianza y felicidad. Pues al elegir todos los días desde la consciencia y no de nuestras carencias, crearemos días más satisfactorios y significativos en pareja.
Así que, la próxima vez que las palabras de alguien capten tu atención, pregúntate, ¿realmente crees que te gusta, o solo es la imprudencia de nuestras heridas las que te están guiando?







