Es un fenómeno. Si no es él, perderá Morena la Ciudad de México. Atraerá votos de las clases medias. Hizo una extraordinaria labor como Secretario de Seguridad Ciudadana. Es el gallo de Claudia Sheinbaum.
Esos son los principales argumentos de quienes juran que será Omar García Harfuch el candidato de la coalición gobiernista, para retener la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Empecemos por lo último. Claudia Sheinbaum tiene nada más el “bastón”. Los candidatos de la 9 entidades que cambiarán titular del Ejecutivo le corresponden a López Obrador, que aún tiene el “mando.” Es inocente pensar, a estas alturas del partido, que la doctora ya manda sobre el todavía Presidente de la República. El tabasqueño lleva años haciendo las listas. Es más, ya las tiene en su poder.
Nada de encuestas. Sólo hay un sólo encuestado: es él. Y así para el Senado, y con los 23 gobernadores revisará los escogidos para la cámara baja.
Quizá le alcanza a la doctora para “vetar” a uno que otro candidato, y claro que hay una comunicación total entre el huésped de Palacio Nacional y la que desea vivir ahí. Pero de eso a que ella redacte las listas para el 2024, hay una gran diferencia.
Según los números, hizo un buen trabajo el jefe de la policía chilanga, pero si en algo nos quedará a deber AMLO, es el combate a la inseguridad. Es más, la percepción ciudadana es de miedo, de temor y de pavor al andar en las calles, a cualquier hora del día.
El hijo del priísta Javier García Paniagua, que nació en Jalisco, no es amigo de los morenistas. Eso sí, es famoso en el ámbito de los armados y blindados, porque su padre fue titular de la Dirección Federal de Seguridad.
Su abuelo fue gobernador y Secretario de la Defensa Nacional. Marcelino García Barragán trabajó muy cerca de Gustavo Díaz Ordaz, el presidente más odiado por la izquierda mexicana, después de Salinas de Gortari y Felipe Calderón.
Omar no es del grupo. ¿Cómo a un desconocido darle el boleto para el 2030? Es más, ni nació en la CDMX.
La ex caldesa de Iztapalapa llegó al poder junto con Claudia Sheinbaum y con López Obrador, pero vías las urnas, no con un nombramiento. Así cualquiera. Ya fue diputada y vicepresidenta de la Asamblea Constituyente de la CDMX.
También ya despachó en San Lázaro como legisladora federal. Es de barrio. Pregúntele a los activistas de Unión Popular Emiliano Zapata.
Claro, fue militante del PRD y senadora suplente de Pablo Gómez. Fue Procuradora Social del entonces DF.
¿Se acuerdan del 2009 y la resolución del Trife? ¿Se acuerdan de Juanito? ¿Qué más apoyo de AMLO necesita mostrar Clara Brugada?
Ayer subió un video con Ricardo Salinas, el camarada de Martí Batres (César Cravioto) está con ella, los alcaldes en funciones de Morena la apoyan. También Laura Esquivel, José Ramón López Beltrán, Marta Lamas, Daniel Gimenez Cacho, Edy Smol, Paco Ignacio Taibo II y Elena Poniatowska.
No le veo posibilidad alguna a Omar García Harfuch. Su simple fichaje como “corcholata” ha didivido a la izquierda de todo el país.
Si mi análisis está equivocado y el policía es el candidato, desde ahora les apuesto que ganará Santiago Taboada, del frente opositor.