No es por presumir, pero…

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

Dice: hay que experimentar en cabeza ajena, pero la realidad es que nadie experimenta en cabeza ajena y a diario nos damos cuenta de que ese dicho popular cae en el vacío.

Por más recomendaciones que se nos hacen, por más que sabemos que al darnos de alta en los celulares, en las redes sociales, dejamos un rastro y no solamente un rastro, una serie de información personal.

Cada vez que buscamos en la internet algo, lo que sea, se deja un rastro y se va haciendo un perfil de nosotros cada vez más amplio y más preciso.

Vamos, basta buscar “tortilla a la española” “molletes” “hotel con alberca” “los atalayas” y un largo etcétera, para que casi de inmediato, cada vez que nos conectamos vemos infinidad de sugerencias, de recetas, de lugares para visitar o viajes, no solamente de eso, sino de algo similar o algo que pueda equipararse con la búsqueda.

Sigo viendo frecuentemente amigos que suben fotos de sus viajes, algunos están a una o dos horas de su casa, la cual se encuentra vacía, otros están a más de 20 horas (en avión) y presumen tanto sus equipos de campismo como los hoteles lujosos a los que llegan, así como los asientos de primera clase.

Presumen los bares lujosos a los que van, las comidas costosas, autos caros, casas ostentosas, en fin, que bueno que pueden darse esos gustos.

He de resaltar que no me mandan a mi en lo particular la información, la suben a las redes sociales.

No voy a entrar en la necesidad psicológica de presumir, no está nadie en el Diván ni estoy Psicoanalizando a nadie.

Hace tiempo, en señor, viendo un periódico local un domingo, muy temprano y aún con bata, en las páginas de sociales estaba la casa del hijo, mostrando todo, la sala, el comedor, las habitaciones, los jardines, la cochera y tres autos de lujo estacionados, etc., dicho señor salió de casa y fue a casa de su hijo y le dijo: ya toda la ciudad se ha dado cuenta de lo bien que te va en los negocios, pero el periódico también lo ven los delincuentes y parece que muchas cosas se antojan…

Hasta donde sé, parece que no les robaron, pero los tiempos han cambiado. Seamos cautos y no demos información de más, la necesidad de presumir tiene muchas aristas patológicas y los riesgos son delicados.