Ni completamente bueno, ni completamente malo

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

No existe el humano completamente bueno ni completamente malo. Eso es un reduccionismo de mentes perversas.

A lo largo de la historia de la psicología de han analizado a muchos personajes presente y también del pasado, no solamente cercano sino remoto y siempre se ha llegado a la misma conclusión: Los seres humanos tienen múltiples características y rasgos de personalidad.

Cuando recibimos pacientes en nuestros consultorios llegamos a las mismas conclusiones, aunque no dejamos de sorprendernos por la variedad de características que presentan nuestros pacientes y el cómo actúan en la dinámica psicosocial.

Así mismo, cuando realizamos peritajes en el área de la Psicología Jurídica y forense, ya sea en los ámbitos familiares, mercantiles, laborales e incluso en los penales, nos damos cuanta que los Sujetos peritados no son completamente buenos ni completamente malos.

No dejo de sorprenderme cuando colegas reportan un cumulo de características adversas solamente, como si no se encontrara nada positivo en dichos peritados, lo cual despierta en mí, muchas sospechas.

De igual forma, cuando a personajes de la vida pública, ya sea local, nacional o internacional, se les imputan una serie de características a modo del que escribe o relata. A esto hay que agregar que casi cualquier se convierte en “experto psicólogo” y hace descripciones de la personalidad de los sujetos sin mayor fundamento que el acceso a una computadora y teclea y teclea lo que se le ocurre.

Así pasa ahora con los grandes actores de la guerra en Ucrania. Tenemos a un personaje malo, muy malo de un lado y a un personaje casi impoluto del otro. Vaya, ni San Francisco de Asís era tan bueno como lo pintan, ni Atila tan malo como nos cuentan.

Lo más delicado de eso, es que profanos en la psicología y en el análisis de la personalidad de los Sujetos opinan y el grueso de la población les cree, pero también hay académicos de la psicología que se prestan a interpretaciones vánales, ligeras y a modo.

Pero más delicado de eso, es que nos quieran hacer tomar partido y nos quieren estigmatizar, si apoyas a A eres bueno, listo, inteligente; pero si apoyas a B eres malo, tonto e ignorante. Nada de eso, podemos diferir de esos esquemas.