La reforma al Poder Judicial es mala por donde la veas, trae vicios de origen, para poderla sacar el oficialismo hizo uso de todas las malas mañas ya no digas de la política sino de la mafia.
La redacción de la reforma es deficiente, con todas las fallas de técnica legislativa posibles, no se entiende, se contradice, tiene lagunas que se han ido llenando con acuerdos exprés del INE.
El proceso de votación quedó complicadísimo, efectivamente es imposible contar pronto los votos porque cada uno de nosotros vamos a elegir a más de 30 personas, es decir tienen que llevar más de 30 cuentas, contemplando todos los votos nulos, o los que no se entienden o están equivocados, porque no se trata como siempre de tachar un cuadrito, sino de escribir los números, que pueden estar mal hechos, estar tachados, remarcados, mil eventualidades no solamente posibles sino muy probables que harán eso un caos de conteo.
El INE pide que confiemos en ellos, pero están totalmente descolocados, su actuación ha sido errática con acuerdos que se desdicen y se corrigen sobre la marcha de manera imprevisible.
Los partidos políticos buscando como hacer la trampa, con sus siervos de la nación disfrazados de observadores políticos, y eso que dicen que las boletas no utilizadas no serán canceladas, me parece que es la puerta abierta al fraude.
Pobre México tan cerca de la corrupción, de la mentira, de la simulación, me duele mi país y me pregunto, como generación adulta ¿Qué hicimos o qué dejamos de hacer para permitir que llegáramos a este nivel de desorden institucional y muerte democrática? La primera respuesta que se me viene a la cabeza es que la gente buena se hizo a un lado de la política, y dejamos que los tramposos se organizaran entre sí, los ciudadanos no participamos, y con eso todos los ratones han hecho su fiesta como la han querido.
He visto mucha publicidad en redes invitando a no votar, señalando que votar convalida la nefasta reforma y legitima el fin de la independencia judicial.
Yo no fui a votar ni para preguntar si se enjuiciaba expresidentes ni para la revocación de mandato, ambos ejercicios me parecieron sin razón, si había materia para el juicio a los expresidentes debían ser enjuiciados y punto y si no pues no, y la revocación de mandato era solo un termómetro para ver con cuantos votos duros contaban, no participé en esas farsas propagandísticas.
Ahora es diferente, la reforma ya está ahí, es constitucional, tu voto no la va a legitimar o arruinar, tu voto o tu omisión no le afectan en lo más mínimo, es tanto como pensar que si le soplas a la casa de ladrillos se va a caer; ni aunque soples con todos tus amigos le vas a hacer el menor daño.
Si no votamos van a llegar todos los impresentables, para mi esta elección tiene dos tipos de candidatos: Aquellos oportunistas que no saben ni qué es un juzgado, pero llegarán apoyados por el régimen, y las personas que han dedicado su vida a impartir justicia y están luchado porque la reforma no perjudique más a México, al tratar de tener juzgadores de carrera a pesar de todas las tómbolas que tuvieron que pasar.
Esas son las dos alternativas que yo veo y con mi voto necesito apoyar a los juzgadores de verdad.