Qué tan mal estarán otras ciudades de México si es que el Sistema Integrado de Transporte de León (SIT) es considerado “ejemplo nacional”, según lo que nos dicen nuestras autoridades y los transportistas. Pero incluso durante la pandemia han incurrido en errores que han derivado en mayor incidencia de contagios.
El SIT se queda como un buen intento por resolver las problemáticas, pero estas se tienen que ver desde una perspectiva totalizadora, para no repetir la palabra integral. Un ejemplo es que no puede propiciarse una movilidad efectiva si no hay calles pavimentadas y forestadas.
La movilidad sustentable tiene que ver con la libertad de paso y traslado de todos los elementos que la componen, con un sitio primordial para el ser humano (el peatón); luego los vehículos sustentables como la bicicleta, el transporte público, la motocicleta, los automóviles de combustibles o energías sustentables o híbridos.
La ciudad de León ocupa el 4% del territorio en el estado, pero tiene el 27% de la población de la entidad. Su crecimiento poblacional ha sido mayor que la media nacional. Por ejemplo, en 1960 había 260 mil 633 habitantes (según datos de INEGI) y hoy vivimos en el municipio un millón 700 mil personas, lo que nos convierte en la tercera ciudad más poblada del país.
Datos del Instituto Municipal de Planeación nos dicen que hay mil 500 colonias. El límite urbano de León creció 13%, al pasar de 19 mil 945 hectáreas en el 2009 a 22 mil 473 hectáreas en el 2016. Al 2020, podemos estimar un crecimiento de otro 7%.
El parque vehicular ha aumentado en forma desmedida: en 1990 el Estado tenía registrados casi 87 mil vehículos; al año pasado, la Secretaría de Finanzas tenía el dato de 628 mil 228 vehículos; y hoy en día debemos de andar moderadamente en los 700 mil.
Por todos los medios, nuestros gobiernos pretenden que los leoneses dejemos los autos y usemos en transporte público “como se hace en otras ciudades del mundo”, sí sería bueno, pero no nos podemos comparar con Ámsterdam, Copenhague, Singapur, Londres, Nueva York, París o Río de Janeiro.
Esas ciudades cosmopolitas son algunas de que lideran proyectos innovadores encaminados a una movilidad sostenible y responsable con el medio ambiente, donde sí es posible y placentero dejar los autos y moverse en el transporte colectivo.
También se nos invita a que usemos la bicicleta como medio alternativo y ecológico, pero al intentarlo, vamos por una ciclovía que de pronto se corta.
En Ámsterdam hay menos de un millón de habitantes; cuenta con 400 kilómetros de ciclovías. León, Guanajuato, va para los dos millones de habitantes y al momento tenemos 188 kilómetros de ciclovías; en Ámsterdam el 60% de los desplazamientos se realiza en bici y la mayor parte del transporte público y los automóviles se mueven con electricidad.
Ámsterdam, en el 2025 será la capital europea 100 por ciento libre de emisiones contaminantes. Así nos podemos ir comparando con las otras ciudades del mundo referidas y veremos que nos falta mucho por hacer.
El SIT es una copia de modelos de movilidad del Transmilenio de Bogotá, que nos trajo el colombiano Luis Enrique Moreno y que actualmente es quien lidera las acciones en este tema en León.
Es indispensable contar con referentes más amplios; ¿qué tal si nos encaminamos a infraestructura urbana para el uso de energía eléctrica en el transporte público?
No pensemos en los tranvías tradicionales con redes aéreas, que quedaron en desuso en el país, sino en autobuses modernos de alto rendimiento energético, con redes subterráneas y con estaciones de carga eléctrica, en lugar de gasolineras.
Para calarlo, yo me he subido a las redes del SIT, tanto a las rutas alimentadoras como a las troncales y bueno, hay ventajas como la posibilidad de transbordo, pero hay desventajas como el tiempo que se pierde en los traslados y que representan horas-hombre muertas.
Hoy, en plena pandemia por la Covid-19, existen horas en las que vemos repletos los camiones convencionales y las orugas, todo esto por la falta de supervisión de la autoridad y, otra, por la voracidad de los empresarios transportistas que no quieren perder un centavo y prefieren que la gente vaya hacinada en un espacio de contagio elevado. ¿Dónde están los inspectores de Movilidad? ¿Dónde está el nuevo City Manager y su personal?
La movilidad sustentable y sostenible en una ciudad moderna debe tener un concepto totalizador: Infraestructura urbana digna, es decir, mejores y modernas vialidades con equipamiento de avanzada, ecológica e incluyente, para todas las personas, sin menoscabo de los demás usuarios de la vía pública como ciclistas, transporte público, motociclistas y automovilistas.
León puede trascender a mejores estadios de movilidad si se escucha las necesidades de la gente, son necesarios foros de análisis y propuestas de solución donde se nos tome en cuenta a la sociedad y las decisiones y acciones no sean solo de autoridades y empresarios.