León Guanajuato a 11 de febrero.-Hay una agonía, una muerte constante, un dolor permanente en todo el cuerpo, especialmente en el corazón que quisiera detenerse para no sufrir por la ausencia de un familiar desaparecido; pero hay una fuerza contraria que hace levantarse, sacar energía de la nada, y esa energía es la esperanza de poder encontrar al ser querido.
“Que me digan si saben algo… saberlo… saber dónde está mi hijo, qué pasó de él”, dijo el señor Armando Rodríguez, con voz entrecortada, durante una entrevista en radio local en la que habló del Colectivo que se está integrando por ciudadanos para la búsqueda de personas desaparecidas.
Yo me comuniqué a la estación para reiterar el apoyo del Colegio de Abogados de León y del Estado de Guanajuato, para asesorarlos, para representarlos, para decirles que no están solos y que algo se puede hacer en la exigencia a la autoridad para que atienda este tema, que no es menor, que no es cualquier cosa.
Solo hasta ahora que ha habido manifestaciones de familiares de víctimas y la atención de la opinión pública nacional, se ha dado importancia a este mal, para ponernos de acuerdo inicialmente sobre la cantidad de personas desaparecidas o no localizadas que hay en nuestra entidad.
Para efectos jurídicos, el término desaparecido refiere a la probable comisión de un delito, mientras que no localizado es cuando las personas se ausentan de su hogar por decisión propia. Pero el dilema es cómo establecer la diferencia.
Faltan protocolos eficientes que eviten la negligencia de la autoridad judicial de decir: no investigo, lo más seguro es que se fue con el novio, o se salió de la casa por problemas intrafamiliares.
¿Son más de dos mil personas desaparecidas en Guanajuato como indica el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública? ¿O son alrededor de 600 casos, de acuerdo al registro de denuncias que dice tener la Fiscalía General del Estado? Se debe revisar cada carpeta de investigación, su estatus, porque no se trata de objetos perdidos sino de seres humanos.
A Guanajuato le falta actualizarse en materia legislativa respecto de las víctimas de desaparición forzada (por parte de alguna autoridad) o desaparición por parte de particulares (ya sean grupos criminales o no). La aceptación de este retraso y la determinación del Congreso local de trabajar en la materia, son acciones loables.
Además, se debe crear la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas desparecidas, instancia que existe en otras entidades y no en la nuestra, para integrarla al Sistema Nacional de Búsqueda, e ir más allá en la relación con instancias internacionales de trabajo en ese tema, como los que tiene la ONU.
Sin embargo, es imperante que estos trabajos se hagan con la inclusión de los familiares de los desparecidos, estén o no integrados en asociaciones o colectivos y, en lo cual, los colegios de Abogados de León y del Estado de Guanajuato estaremos en la disposición de participar, sin ningún interés mayor que regresar la esperanza a la sociedad en esta búsqueda de justicia.