Morena vs Morena

Martín Diego Rodríguez, columnista Platino
Martín Diego Rodríguez, columnista Platino

Apenas perfumaba el ambiente ese mezcal tobalá doble cuando llamaron por teléfono. Mi interlocutor informaba que en septiembre se repetiría la elección para consejeros distritales de Morena y “eso no es una buena señal”, me dijo.

Cuatro eran los distritos federales electorales donde se repetiría la elección que suman siete municipios, cinco de ellos en los que cobraban fuerza y con alta posibilidad de lograr su bastión: San José Iturbide, San Miguel de Allende, Comonfort, Silao e Irapuato.

“Se nos pasó la mano” me dijo. La movilización en la que incurrieron algunos, el desmesurado uso de programas sociales que fue denunciado de manera pública, la nómina que pesó para llevar gente e, incluso, las promesas para ser beneficiarios del Gobierno de la República para ser afiliados a Morena fueron las acusaciones para impugnar el proceso interno en los Distritos Electorales federales 2 (San José Iturbide, San Miguel Allende, Comonfort y parte de Celaya); 5 (León); 9 (Silao e Irapuato) y 12 (parte de Celaya)

Morena, un partido político que ha alcanzado la adultez en tan apenas 11 años, ha promovido la primera consulta pública para enjuiciar a los expresidentes en el 2011 y, un año después, promovió la segunda consulta pública para la revocación de mandato.

Otra fuente me llamó cuando ya degustaba el mezcal producido con un agave silvestre que nace en la tierra árida y alta de la sierra mixteca.

Confirmé entonces que, si bien en esta elección se jugaba no sólo la dirigencia estatal y con ello el derecho a decidir sobre los candidatos, también se demostró “la capacidad de movilización, ahí medimos fuerzas los distintos grupos para movilizarnos y llevar a nuestras gentes”. Crucé entonces la información que había recibido este mismo día de un ex consejero del INE -entonces IFE- quien no supo responder a mi pregunta: “¿Quién revisa el gasto del proceso interno de Morena y toda la estructura de movilización que se vio en el país?”. Después le mandé otro texto: “¿Pueden votar los recién afiliados para la elección de sus consejeros nacionales?”. Ya solo me dejó en visto.

Lo que es un hecho que el próximo mes de septiembre, pocos días antes de la Convención Nacional de Morena, se estará realizando la elección en Guanajuato. Será una competencia de Morena contra Morena y, ahora, irán por la revancha. Los que impugnaron querrán avasallar a los demás, los otros, buscarán imponerse sobre sus propios correligionarios. Otra vez, la clave será la movilización.

No es la elección constitucional, faltan aún dos años y es donde, deberán llegar al sprint en la competencia electoral. ¿Les alcanzará el tiempo?

Morena contra Morena, es la batalla que se avecina y que apenas será para iniciar la reorganización de los grupos que buscarán imponerse ante ellos mismos, cual si la oposición estuviera en casa.

Esta batalla legal y de fuerza me hizo recordar aquella película dirigida por Robert Benton y que se estrenó en 1979. Kramer contra Kramer. La destrucción interna por los juicios y las batallas domésticas que destruyeron a una familia.

El 2 de octubre Morena cumplirá 12 años de fundación y podría festejar como un partido hegemónico o dividido. La moneda no está en el aire, por lo pronto, está en un tribunal. Salud.