Agencias.- México es el país con mayor número de participaciones en partidos inaugurales en la historia de la Copa del Mundo, pero su desempeño ha sido consistentemente adverso.
Desde su debut en 1930, la selección mexicana ha enfrentado siete encuentros iniciales, acumulando una racha que suma cinco derrotas y dos empates, con un saldo de 18 goles en contra y solo dos a favor. Este patrón persistente demuestra la dificultad del equipo para comenzar con éxito en los torneos globales.
A lo largo de las décadas, los desafortunados resultados han estado ligados a enfrentamientos contra potencias mundiales como Francia, Brasil y Suecia, en las primeras participaciones del equipo.
La única ocasión en la que México evitó la derrota en un partido inaugural en su propio país fue en 1970, empatando sin goles contra la Unión Soviética en el Estadio Azteca. La más reciente actuación en un debut mundialista ocurrió en 2010, con un empate 1-1 frente a Sudáfrica.
Este historial negativo resalta un patrón que podría influir en la confianza del equipo ante futuras participaciones, especialmente en estadios y contextos de alta presión. Sin embargo, también refleja la evolución del fútbol mexicano en otros aspectos y la importancia de mejorar los resultados en los primeros partidos para aumentar sus posibilidades en las fases avanzadas del torneo.
La próxima participación en 2026, en el mismo escenario emblemático, será una oportunidad crucial para romper esta racha que acompaña a la selección desde hace casi un siglo.
