AGENCIAS.- ¿Quién fiscalizará el 2018? Es la pregunta que ronda en círculos políticos, luego de que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) se sumará a la lista de instituciones fiscalizadoras sin titular ante la confrontación electoral del próximo año: la Procuraduría General de la República, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y el Sistema Nacional Anticorrupción.
El auditor Juan Manuel Portal concluirá su gestión en diciembre próximo, tras ocho años al frente de la ASF. Una situación que ha generado dudas sobre los términos en que la Cámara de Diputados habrá de definir al relevo del auditor, justo en medio de la rebatinga política que provocó la destitución de Santiago Nieto como titular de la Fepade o la caída de Raúl Cervantes como procurador y futuro Fiscal General.
Esto, aunado a la manera en que el Senado ha sido incapaz de definir un Fiscal Anticorrupción desde 2014, lo cual provocó que el Sistema Nacional Anticorrupción que por ley debía entrar en funciones el 19 de julio pasado, iniciara operaciones de manera acéfala.
“Si no hay condiciones para definir a alguien que tenga el perfil idóneo para esa responsabilidad, creo que difícilmente estaremos en condiciones para definir un fiscal, tendremos que esperar a que ocurra la elección de julio del próximo año, para que entonces se decante un poco la efervescencia y busquemos realmente algo distinto”, dijo el presidente Enrique Peña Nieto en octubre pasado, tras reconocer que no existen condiciones para nombrar a un futuro Fiscal General.
Un escenario similar al que se vive en el Senado, donde la alianza PRI-PVEM y la oposición conformada por PAN, PRD y PT-Morena, se han reprochado mutuamente querer imponer un fiscal electoral a modo, previo a los comicios de 2018.
De ahí que la elección de un nuevo auditor resulta vital dentro del ajedrez político del año entrante, pues tal como ha reconocido la Auditoría, alrededor del 66% de los recursos estatales se desvían a campañas electorales.
Ante la nueva crisis que se avecina, los partidos políticos en la Cámara de Diputadosconsideran la posibilidad de reelegir a Portal en el cargo, ante los resultados arrojados por su gestión al frente de la ASF.
Una posibilidad que el mismo Portal Martínez tiene en mente, al reconocer su intención de “aventarse” un segundo periodo como titular de la Auditoría, siempre y cuando la propuesta provenga de los diputados.
“No es que se aviente uno. ¿Sabe qué? O me avientan. Yo no puedo estar buscando, yo termino. Yo tengo un nombramiento, un mandato que termina el 31 de diciembre, así termina, así fue lo que acepté. Si la Cámara de Diputados quiere hacer otra cosa, que me avisen”, indicó.
Ante la insistencia de los reporteros, Portal dejó abierta la posibilidad de un segundo mandato en caso de ser nominado por los diputados.
“La Auditoría Superior de la Federación es, el día de hoy, más sólida, más confiable y más reconocida que hace ocho años. El trabajo desempeñado ha valido la pena”, dijo Portal al entregar el último informe de auditoría de su gestión.
“Tras ocho años de actividades, podemos afirmar que México cuenta con un ente fiscalizador muy distinto al de 2009, cuando inicié mi gestión como Auditor Superior de la Federación. Fue mi propósito hacer un relanzamiento de esta institución, a partir de las bases creadas en el periodo 2002-2009, con el fin de llegar hasta el límite de nuestras atribuciones legales, en aras de impulsar el perfeccionamiento de la gestión gubernamental”, agregó.
“El reto que enfrentamos día a día se mantiene, más allá de quién tenga a su cargo la conducción de esta organización, por lo que espero que el compromiso que se ha manifestado hasta el momento, se profundice e intensifique a través de mantener una actitud profesional, abierta a la autocrítica y que tenga como fin mejorar, de manera continua, su actuación como integrantes de esta gran organización”, agregó.
Entre los principales avances de su gestión, el auditor resaltó la creación de “una Dirección General que se encargara de llevar a cabo auditorías de tipo forense, con el fin de incluir esta metodología entre las alternativas para revisar el ejercicio presupuestal y contar con elementos adicionales que fortaleciesen la identificación de ilícitos”.