Métricas que importan para la acción de salud de la población

El doctor Éctor Jaime Ramírez Barba es cirujano, especialista certificado en cirugía general y salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del PAN en la LXV Legislatura. Columnista Platino

“Lo que no se define no se puede medir. Lo que no mide no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre” Lord William Thompson Kevlin

¿Cuáles son las métricas que importan para la acción en salud de la población? ¿Cuál es el estado, el uso, la investigación y los efectos de las métricas en todos los niveles del ecosistema de salud? ¿Cuáles son los métodos para evaluar la eficacia de las métricas y las estrategias de implementación para usar métricas para la rendición de cuentas y la transparencia? ¿Cuál es el estado de la ciencia y la práctica de los determinantes sociales específicos de la salud relevantes para la equidad en salud, como el poder comunitario o el compromiso cívico? Estas son preguntas que rondan en las academias nacionales de muchos países, incluyendo el nuestro.

Traigo estas preguntas a colación porque hace unos días se presentaron en la revista Salud Pública de México un editorial, una presentación y treinta y un artículos de investigación resultantes de la métrica en salud realizada por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) continua 2022, los cuales describiré de manera sucinta para ver si nos conducen, al menos, a responder si nos llevarán a la acción en salud para la población.

El Dr. Eduardo Lascano, director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), menciona en la presentación que la ENSANUT es un proyecto emblemático no solo del INSP, sino también de la Secretaría de Salud de México. Este proyecto permite conocer el estado de salud y las condiciones nutricionales de los diversos grupos que conforman la población mexicana, a través de datos actualizados anualmente, lo que nos ayuda a comprender mejor el panorama de la salud poblacional en nuestro país.

Según Lascano, en un futuro cercano, la Encuesta debe contribuir no solo con la descripción de las necesidades de salud de nuestro entorno, sino también con la generación de información útil en el marco de la transformación del Sistema Nacional de Salud. Además, se enfocará en caracterizar el perfil de los usuarios de las diversas instituciones de seguridad social, especialmente en relación con la atención primaria de salud, y en la caracterización de un nuevo perfil de la transición demográfica y de riesgos, incluyendo la violencia urbana.

A partir de la presentación de los resultados de la ENSANUT 2022, cada una de las secciones incluidas en esta encuesta se publicará en la revista Salud Pública de México como parte de un proceso de revisión por pares. También se llevará a cabo un taller con diversos expertos de los Institutos Nacionales de Salud y de los Hospitales de Alta Especialidad de México, con el objetivo de maximizar su interpretación, realizar un análisis conjunto y emitir recomendaciones de política pública. El Dr. Lascano concluye reconociendo a los participantes en la ENSANUT Continua 2022 y afirma, al igual que el autor de este artículo, que los resultados presentados en este número de Salud Pública de México son una herramienta invaluable para el sistema de salud y la toma de decisiones en beneficio de la población mexicana.

Las preguntas para el Dr. Lascano serían las siguientes: ¿Por qué la editorial de los primeros resultados analizados no fue realizada por el Dr. Jorge Alcocer Varela, titular de la Secretaría de Salud y responsable de las políticas públicas? ¿Cuánto costó realizar la encuesta y quién la financió? ¿Por qué no se consideran para el taller de expertos a todos aquellos que forman parte del Sistema Nacional de Salud en los términos del artículo 5º de la Ley General de Salud? Y, como pregunta genérica, casi ninguno de los 31 artículos hace referencia a las políticas públicas, ya sea normativas o programáticas (presupuestales), utilizadas en los últimos años. ¿Podríamos saber si las decisiones tomadas han sido correctas y, en caso contrario, qué más se debería hacer para llevarnos a la acción a favor de la salud individual y colectiva?

En cuanto a la editorial del Director del IMSS y presidente del OPD SS-IMSS-Bienestar, solo se puede obtener un análisis sucinto (por no decir mediocre) y descriptivo de los principales hallazgos enunciados por los investigadores que exploraron la base de datos de la ENSANUT Continua 2022. Además, se ofrece como segunda ilusión, en lugar de la INSABILINA (que fue muy mala medicina, con un fracaso monumental del INSABI), su modelo de atención de primer nivel llamado MAS Bienestar, el cual pretende atender con menos recursos a más mexicanos (77 millones). Zoe Robledo menciona la experiencia del IMSS desde 1954, cuyo modelo, por cierto, no es el MAS Bienestar ni el modelo SABI (INSABI). Sería bueno preguntar al director del INSP si es posible estimar, aunque con una muestra probabilística más completa para estos fines, si los fracasos de políticas públicas evidenciados en casi todas las métricas de salud (diabetes, hipertensión, sobrepeso y obesidad, adicciones, intoxicación por plomo entre otras) en la mencionada ENSANUT 2022 ocurrieron únicamente en los beneficiarios del INSABI y del programa IMSS-Bienestar, o también incluyo a los derechohabientes del exitoso IMSS que presume. En ningún momento Zoe Robledo expresa un gramo de autocrítica en su editorial con respecto, por ejemplo, a las fallas en la cascada de atención médica y medicamentos, donde más del 13% de sus derechohabientes (cientos de miles) acudieron al sentirse enfermos al sector privado, costeando de sus menguados bolsillos la atención que requerían. Sostento que está muy distraido el Director del IMSS por sus intereses y compromisos políticos.

Recomiendo, estimados lectores, no dejarse llevar por las ilusiones del MAS-Director, ya que faltan tan solo 64 días para que el presidente López presente su último paquete fiscal para el año 2024. Será entonces cuando apreciaremos con claridad si, como ha sido hasta ahora, solo se prometen mejoras en salud con palabras, pero no se destinan los recursos necesarios. Sobre todo, es vital para los más pobres y desposeídos, quienes, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C., requerirían más de 350 mil millones de pesos en el escenario menos deseable. Esperemos y veamos el Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2024 a principios del mes de la Patria. Veremos…