Lo impensable, inimaginable y casi imposible sucederá: la unión de fuerzas rivales, con la intención de rescatar al país.
Así responden los líderes de la alianza Va Por México, que intentan arrebatarle la mayoría en la Cámara de Diputados a Morena y sus aliados en junio del 2021, ante la pregunta de si ahora son el PRIAND.
Es una unión de emergencia, aseguran. No hay de otra. Es ahora o nunca.
Es decir, arrebatarle la chequera al Presidente López Obrador, para así equilibrar el poder.
La alianza llevará juntos en las boletas de al menos 11 estados y 177 distritos federales los logotipos del Partido Revolucionario Institucional, Acción Nacional y Revolución Democrática.
“AMLO quiere generar las condiciones para que haya una elección de Estado, orquestada por él, ese es el gran riesgo y por ello busca someter al arbitro (INE) y al juez en la materia (Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación)” asegura Jesús Zambrano, dirigente del Sol Azteca.
Festeja, por su parte Alito Moreno, líder tricolor, que el Presidente no estará en la boleta “y debemos cuidar que no esté entrometiéndose”. Asegura el gobernador con licencia de Campeche, que el Gobierno Federal tiene mucho trabajo en solucionar la crisis de salud y económica que enfrentamos. Que ahí se concentre.
En la más reciente encuesta de Massive Caller, -que como siempre descalifican y dicen que está “cuchareada” los que van abajo, y difunden y aplauden como focas, los que van arriba- se asegura que la alianza o las fuerzas opositoras sí funcionarán en las carreras rumbo a las siguientes gubernaturas: Baja California Sur, Chihuahua, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora.
Es decir, Morena se quedaría con Baja California, y sumaría a su listado: Campeche, Colima, Guerrero, Nayarit, Michoacán, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas.
En esta ocasión concentrémonos en Tlaxcala, un estado administrado por Marco Mena Rodríguez -que siempre de escondió de este reportero. Si usted no sigue esta columna desde hace años, se preguntará de qué habló.
Desde el 22 de julio de 2016 (18:32) le vengo solicitando una entrevista para mis participaciones en radio, televisión, portales noticiosos y esta espacio, pero Marco Antonio Mena únicamente acepta charla con medios “a modo.”
Pero su administración será calificada en los próximos meses: recordemos que las elecciones no sirven únicamente para elegir y escoger a nuestros gobernantes, sino para calificar las administraciones salientes. Si no me cree, pregúntela a Enrique Peña Nieto.
Anabell Ávalos Z será la “gallina” de la alianza Va Por México, y perderá ante Lorena Cuéllar Cisneros, impulsada por Morena, PT y Verde Ecologista de México.
Derrotarán a doña Anabell por culpa de Mena; porque su gobierno fue opaco, porque creció la inseguridad, el empleo disminuyó, la corrupción es su bandera y se olvidó de la mujer tlaxcalteca.
Por si fuera poco, Mena no hizo nada para combatir la trata de personas y la devastación ambiental. Tampoco movió un dedo con el doloroso tema del tráfico de personas.
Anabell dejó atrás, en los acuerdos políticos a la panista Minerva Hernández, quien podría darle más batalla a Cuellar, pero aunque se presente como una política entregada, comprometida y responsable, esa plaza es para Andrés Manuel López Obrador.
Ahora la pregunta es ¿Qué hará la próxima gobernadora con su antecesor? Algunos ya apuestan que habrá auditorias, y que pronto Mena formaría parte de la lista indigna, donde figuran Mario Villanueva (Quinta Roo), Andrés Granier (Tabasco), Jesús Reyna (Michoacán), Flavino Ríos (Veracruz), Guillermo Padrés (Sonora), Luis Armando Reynoso Femat (Aguascalientes), Rodrigo Mena (Nuevo León), César Duarte (Chihuahua), Roberto Borge (Quintana Roo), Fidel Herrera (Veracruz), Miguel Ángel Yunes (Veracruz), Gabino Cué (Oaxaca), Tomas Yarrington (Tamaulipas), Jorge Torres (Coahuila) Humberto Moreira (Coahuila), Eugenio Hernández (Tamaulipas) y el mismísimo Javier Duarte (Veracruz).