Malas Noticias

Francisco Meza es académico y analista de los tiempos. Es columnista en Platino News.

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que investigaba la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Iguala los días 26 y 27 de septiembre de 2014, presentó su VI y último informe sobre el caso.

Con ello, este grupo de expertos concluye su labor en México y desafortunadamente, nos dejan más noticias negativas que positivas. Eso habla mal de nuestro gobierno, de nuestras instituciones y de la justicia en México.

Los hechos de Iguala nos parecen distantes porque se trató de estudiantes rurales, en una región apartada del país, en circunstancias poco comunes, entre otras razones; sin embargo, no podemos perder de vista que las desapariciones de personas es algo extendido en el país y cada vez más frecuente, que están implicadas instituciones responsables de la seguridad y la justicia de las que comúnmente nos quejamos, por lo tanto, es una realidad, más cercana de lo que imaginamos.

Entre las noticias negativas destacaremos las siguientes con la intención de dimensionar el problema y el rezago que existe en nuestro país:

  1. Caso abierto. Después de nueva años, dos gobiernos, varias investigaciones, diferentes versiones se sigue buscando el esclarecimiento de los hechos y la localización de los 43 estudiantes.

Es algo que dice mucho de nuestro país como lo señalan los propios expertos: “El Estado y sus instituciones tienen la obligación de investigar, hacer justicia y buscar a los desaparecidos. Un caso de desaparición forzada como este, y los miles y miles existentes en México, suponen un cuestionamiento profundo del Estado y la sociedad, que va a seguir siendo clave en este y otros gobiernos”.

Existen avances, pero continúan resistencias para llegar a la verdad. Por esa razón, este grupo de expertos considera que “Duele investigar en estas condiciones en las que una asistencia técnica se convierte en una carrera de obstáculos”.

Y estos obstáculos tienen nombre y apellido y se refieren a las instituciones de nuestro país que señalan los propios investigadores.

  1. Negación institucional. Indican que la Sedena, Semar y el Cisen continuaron negando documentación y la verdad hasta el presente. Es un señalamiento muy serio y, además explican que estas negaciones y mentiras van más allá de un burocratismo; tratándose más bien, de una intencionalidad.

A lo largo de estos años, una de las principales novedades ha sido el involucramiento de la Sedena en los hechos cuando en un principio se negó su participación. El propio secretario de la defensa, Salvador Cienfuegos negó contundentemente que los militares hayan estado enterados de los hechos.

Ahora, durante el gobierno del presidente Andrés Manuel se abrieron parcialmente los archivos, pero también se mantiene un apoyo a las fuerzas armadas como lo declaró este jueves 27 de julio: “No es cierto que Marina y Defensa no estén ayudando”.

  1. Fiscalía. El tema de las fiscalías que ha sido recurrente cuando hablamos de la violencia en nuestro país también es clave en el caso de Ayotzinapa, al declarar: “Para que haya justicia se necesita primero verdad, además de que la fiscalía tenga independencia, capacidad y autonomía con real capacidad de actuación y decisión de hacerlo de manera real, comprometida y sin protección hacia ningún sector o perpetrador, no puede haber presuntos responsables de mejor clase”.

El paso de procuradurías a fiscalías ha quedado a deber porque su autonomía y profesionalización no ha sido la nota distintiva a nivel nacional y a nivel local. Esta situación afecta directamente la procuración justicia en México y el crecimiento de la impunidad.

  1. Pendientes. Al final del informe, el GIEI dejó una lista de recomendaciones que nos deja ver que a pesar de los avances todavía quedo mucho por hacer. En total se trata de 28 recomendaciones agrupadas en los siguientes temas: investigación exhaustiva, unificación de averiguaciones, necesidad de información, las búsquedas, la justicia y finalmente, la participación de las víctimas, la reparación y la no repetición.

Como señaló el propio presidente, existe una aproximación, pero le faltó agregar: lamentablemente no ha sido posible llegar a una conclusión.

Conclusión.

Con todo lo anterior, prevalecen las malas noticias no solo de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sino de la justicia en México. Uno de los pasajes más obscuros en el México contemporáneo nos deja ver la opacidad y debilidad de las instituciones responsables de la seguridad y procuración de justicia, la manipulación de la justicia y la desprotección a la que podemos estar expuestos cualquier de nosotros.

Por el momento, no hay mucho que festejar, pero sí mucho de que, preocuparnos. El Informe Ayotzinapa VI no debiera pasar desapercibido para ningún mexicano y nos tendría que mover a solidarizarnos con las familias de los 43 estudiantes.