Maestra Olga Tapia, escritora y educadora inagotable

El miércoles 12 de noviembre se celebró el Día Nacional del Libro, con lo cual en Guanajuato se promovieron varios eventos para motivar a niños y jóvenes a leer; el día coincide con el natalicio de la excelsa escritora mexicana Sor Juana Inés de la Cruz, y se conmemora desde hace 45 años.

Para no pasar desapercibida esta conmemoración, hoy nos referiremos a una escritora no muy conocida por estos lares, pero si muy destacada en el sureste mexicano, me refiero a la Maestra Olga Tapia García, escritora de cuentos, relatos y otras alegorías literarias a veces con carácter de corte infantil pero con gran efecto y colorido en favor del lenguaje en general, incluyendo a los adultos.

Los datos biográficos básicos de esta escritora, son su origen en el Estado de Tabasco, con estudios de normalista y pedagoga, de la generación de la década de los 60s, radicada en Villahermosa, donde realiza varios trabajos para las Secretarías de Educación, de Salud y de Cultura de aquella región. Me obsequió nueve de sus obras debidamente ilustradas, muy bonitas, vistosas, amenas y coloridas con títulos muy originales y propios del argot popular de Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Chiapas pero con un gran contenido sobre aspectos educativos, de mensajes sobre ética y moral, impulsando los valores más elementales de todo ser humano, como el espíritu de superación, guardar el orden y respetar al prójimo, solidaridad con los demás, generosidad, amar a la naturaleza, fomentar el estudio, amor y cuidado con los animales.

Sus escritos incluyen estilos como los de narrativa cotidiana, costumbrista, fábulas, historias breves en lenguaje sencillo y de fácil comprensión que provocan tanto la transformación personal como el cambio cultural en quienes las leen. Hasta la fecha tiene noventa y siete cuentos y tres libros que se complementan con los talleres que organiza desde la educación preescolar hasta universitarios, en asociaciones civiles, en hospitales y para grupos vulnerables.

Para que tengan una idea los amables lectores, he aquí algunos de los títulos: “La Granja” con 47 ilustraciones de otros tantos autores del grupo “Los Amantes de Tabasco”, artistas plásticos que convocó la autora con la frase “¿Quién me ayuda a pintar un cuento?” y este gran número de artistas acudieron al llamado. Otro, “Las manos llenas de color”, donde relata a un leñador que rescata a un colibrí enfermo y moribundo en su camino de Tenosique a Villahermosa, con ilustraciones magníficas de Catalina Carbajal. “La cigarra fumadora” con ilustraciones de Fidel Alejandro Jimenez. “El Toloque y su familia”, historia de una especie de lagarto niño que se queja de su padre, un garrobo (iguana verde) que es holgazán y borracho, ilustrado por María del Pilar García Villegas. “La triste historia de un martillo”, donde da vida a varias herramientas como a la Pinza, esposa del Martillo, el Serrucho. al Desarmador, al Taladro, a los Clavos, Tachuelas y otras herramientas de carpintería, ilustrado por Manuel Felipe Tec Méndez. “Frida la Educadora”, donde la joven Frida enseña a sus mascotas cómo va de compras al mercado, ilustrado por la misma autora. “Colección Amadeo y sus Amiguitos” de donde extrajo el cuento “El puchero”, un trabajo con los educandos de quinto y sexto año de la Primaria del Municipio de Cunduacán,Tabasco.

La Maestra Olga se hace llamar en sus programas de radio “Los Cuentos de la Tía Olga”, y a su público en su mayoría jóvenes y niños, los llama “sobrinada”. Ahora a su edad, como si fuera una joven experta en tecnología digital incursiona con mucha habilidad en las redes sociales tanto en Facebook, Instagram y Reels como en Tiktok con mensajes y relatos cotidianos donde aparece ella misma con diversos efectos y filtros.

Consideramos plausible la labor que realiza la Maestra Tapia tratando de modificar y cambiar aspectos negativos de nuestra sociedad que atraviesa por una situación dificil y lamentable de violencia y crueldad, sin importar que muchos como ella, pareciera que como Juan El Bautista, predican en el desierto.