Los Televisaleaks

La semana anterior el noticiero de Aristegui Noticias dio a conocer los denominados #TelevisaLeaks a partir de un disco duro proporcionado por Germán Gómez.

En dicha información se da a conocer que dentro de Televisa existe un grupo de colaboradores que se dedican a generar contenido para promover o atacar a ciertas personalidades y manipular información en las redes sociales.

El personaje principal en toda esta trama es Javier Tejado Dondé que aparentemente funge como líder del grupo denominado “Palomar” y es quien da las instrucciones sobre el contenido a generar.

El principal ejemplo de promoción a una persona es el caso del exministro de la Suprema Corte, Arturo Saldívar quien posteriormente lo negó en una carta enviada al noticiero.

Los ejemplos de ataques orquestados son varios, entre los que destacan: Ricardo Salinas Pliego, Carlos Slim, la familia Alemán, el magistrado Jorge Arturo Camero Ocampo, la propia Carmen Aristegui y empresas como Fox y Disney.

El noticiero ha continuado dando información sobre #TelevisaLeaks y dando respuesta a algunas de las solicitudes de los involucrados. También ha existido, como es normal, una serie de acusaciones entre las diferentes partes sobre la veracidad o no de lo revelado.

Lo que nos interesa subrayar en este espacio son dos aspectos de los muchos que se van a analizar sobre este tema: el primero, el nivel de manipulación que existe en esta era de la información y los silencios muy significativos sobre lo revelado.

LA ERA DE LA INFORMACIÓN

Aparentemente nos encontramos en la era de la información donde solamente basta ingresar a nuestro teléfono celular y podemos acceder a la información que nosotros deseemos. No tenemos límites.

Sin embargo, si las generaciones anteriores se quejaban de que la población no tenía acceso a la información sobre temas públicos porque el gobierno lo controlaba o lo limitaba para tener a la sociedad enajenada, ahora el exceso de información produce el mismo resultado.

Sin tomar en cuenta lo revelado por los #TelevisaLeaks basta seguir una red social para darnos cuenta de la cantidad de información distorsionada que circula. Alguna se presenta con tanta veracidad que es lógico pensar que existen grupos preparados para cumplir con ese objetivo. Mas aún, no es un secreto que se puede pagar para hacer llegar información a mayor cantidad de personas. Sin exagerar, todos hemos sido testigos de linchamientos (en sentido figurado) en las redes sociales de algunos personajes y ensalzamientos de otros.

El nivel de manipulación en la era de la información ha alcanzado niveles insospechados, pero también hay una contraparte importante: hay consumidores de información que prefieren este tipo de contenido, lo que en otro momento hemos abordado como la posverdad.

Hemos terminado por ser víctimas del exceso de información y la solución está muy lejos de encontrarse porque existen muchas situaciones entremezcladas como la libertad de expresión, derecho a la información, control o no información, difamación, entre otras.

EL SILENCIO

En el caso de los #TelevisaLeaks llama mucho la atención el silencio de la propia televisora, del resto de los medios de comunicación y del gobierno federal.

Respecto a Televisa se puede entender porque es una acusación muy seria que podría afectarla al ser una empresa presente en diferentes países y cotizar en la Bolsa. Cualquier movimiento en falso u error podría representarle un costo significativo.

Sobre el resto de los medios de comunicación, parece existir un silencio como no queriendo involucrarse en el escándalo hasta no tener más elementos en firme porque los desencuentros entre Carmen Aristegui y Televisa datan de cierto tiempo.

Pero el silencio más significativo es el del gobierno federal y esta nueva clase política que históricamente se había caracterizado por denunciar la manipulación de los medios de comunicación, de los señalamientos a Televisa en particular y del uso de lo que ellos mismos bautizaron como: “Las Benditas Redes Sociales”. Hay varias preguntas en el aire al respecto.

Todo parece indicar que están aplicando la estrategia de no darle eco al escándalo y dejar que termine por diluirse para que solamente unos pocos puedan darle seguimiento.

Si esto llegara a confirmarse, con el paso del tiempo, estaríamos hablando de algo muy serio en la nueva política mexicana que creíamos haber superado.