Nuestro país vive una etapa de transición de gobierno; por lo que, tiene varios pendientes por atender o resolver. Sin embargo, hay dos pendientes políticos que influirán en el resto y por esa razón, tienen una relevancia particular.
Esos dos importantes pendientes son: la representación en el Congreso de la Unión y la reforma al Poder Judicial. Describamos su contexto y señalemos sus posibles escenarios para bosquejar el futuro a corto plazo para nuestro país.
SOBREREPRESENTACIÓN EN EL CONGRESO
Lo que primero se va a resolver es la conformación del Congreso y eso es muy importante para el movimiento de la 4T porque dependiendo de eso podrá o no seguir con sus reformas.
Después de las elecciones del 2 de junio, la secretaria de Gobernación salió a informar que la coalición de partidos: Morena, PVEM y PT obtendrían por el principio de mayoría relativa y de representación proporcional aproximadamente 373 diputados, lo que daría la mayoría calificada que se alcanza con 334.
En el senado alcanzarían, alrededor de 83 escaños y se quedarían a escasos 3 senadores para conseguir la mayoría calificada.
Lo que no señaló es que, el gobierno federal no realiza la distribución de los escaños y posteriormente, los partidos de oposición y analistas en la repartición de curules hicieron notar que existía una sobrerrepresentación que no cumple con lo previsto por la Constitución en el artículo 54, párrafo V, que establece un límite máximo de 8 puntos porcentuales entre el porcentaje de votos recibidos y el porcentaje de escaños asignados. La suma de porcentajes de votos entre los tres partidos es de 54.1% y el porcentaje de escaños sería el 74.4%, una diferencia de 20.3 puntos porcentuales en la de diputados. En el senado, ocurre lo mismo: tienen el 55.07% de los votos y el 64.84% de los escaños, una diferencia de 9.77 puntos porcentuales.
A su favor, el gobierno de la 4T argumenta que el límite constitucional lo establece para los partidos políticos y no para las coaliciones.
Los críticos contrargumentan que ya los tribunales han resuelto situaciones como estas y han establecido criterios en los que si hacen referencia a las coaliciones de gobierno.
El primero en tomar una decisión sobre este debate será el Consejo General del INE quien realizará la repartición y posteriormente vendrán las impugnaciones con toda seguridad, al final el que terminará resolviendo será el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
El pronóstico no es muy esperanzador, pero existen antecedentes importantes. Si el Consejo General del INE o el Tribunal Electoral saltan todos estos antecedentes, terminarán entregando una mayoría calificada a la 4T que no tendrá prácticamente obstáculos para sus reformas a la Constitución. Demasiada concentración de poder y ellos serán sus propios límites.
Si la 4T no consigue sus propósitos de representación, la oposición seguirá teniendo todavía un papel importante en la dinámica legislativa si deciden actuar en bloque. El gobierno podrá tomar decisiones y aplicar reformas a leyes secundarias, pero con dificultades para las constitucionales.
REFORMA JUDICIAL
La guerra está declarada contra la Suprema Corte, su presidenta Norma Piña y contra los jueces federales. La reforma al Poder Judicial no tiene vuelta atrás.
Su renovación dependerá de la aprobación de la reforma a la Constitución y en ese sentido, depende del resultado del pendiente anterior. En estos momentos. se están realizando mesas de diálogo donde se expresan las distintas posiciones sobre los cambios al Poder Judicial de la Federación; sin embargo, difícilmente se tomarán en cuenta las recomendaciones fuera de los integrantes de la 4T.
La decisión está tomada desde Palacio Nacional y la maquinaria de la 4T trabaja para concretarla en los términos que así lo disponga el presidente López Obrador.
Por lo pronto, la ruta ya está trazada de acuerdo con información de El País 23/07/2024: a partir del 9 de agosto comenzará la redacción de la iniciativa en la que aparentemente incluirían las aportaciones de los foros del parlamento abierto. La iniciativa tendrá que ser aprobada en comisiones antes de que concluya la legislatura el 31 de agosto sin realizarle modificaciones.
Dicha iniciativa será retomada por la nueva legislatura que iniciará el 1 de septiembre para ser discutida, votada por el pleno y en donde se podrán realizar modificaciones. Todo con el presupuesto de que la 4T contará con la mayoría calificada.
De cumplirse esta ruta vendrá un proceso de renovación del Poder Judicial que traerá consigo muchas novedades, pero no le significará obstáculo al gobierno de Claudia Sheinbaum que podrá llevar a cabo políticas que se le negaron a López Obrador.
En caso de que no prosperara la reforma constitucional esta ruta no podrá realizarse y vendrá un fuerte jaloneo político y una serie de litigios en los que intervendría el mismo Poder Judicial. Algo de lo que hemos visto en la segunda parte de la presente administración.
La solución de este pendiente tendrá repercusiones en otros aspectos de la vida del país como el comercial, el económico y de relaciones internacionales.
MARCARÁN EL RUMBO
Estos pendientes marcarán el rumbo político de México en el inicio del segundo gobierno de la 4T. Podría ser el inicio de este movimiento predominante que podrá realizar cambios en el país sin obstáculos de la oposición ni de otras instituciones.
O podría continuar siendo un gobierno mayoritario, renuente a negociar con otras fuerzas políticas, con dificultades para llevar a cabo reformas a la Constitución y que acusa a los demás de reaccionarios.
También la historia política de nuestro país vivirá momentos históricos con un posible dominio del Congreso por parte de la 4T y un Poder Judicial renovado de acuerdo a sus propios criterios o todavía una pluralidad política, aunque debilitada pero todavía con recursos institucionales para hacerse sentir.