La presidenta Claudia Sheinbaum envió una iniciativa de reforma constitucional en materia de seguridad y terminó siendo aprobada por consenso en el Congreso; con lo que, se realizan los primeros cambios en la política de seguridad para este sexenio.
Estas modificaciones son importantes, por lo menos, por dos razones: la primera, se atiende una problemática que la 4T minimizaba o se daba por satisfecha con lo realizado en el sexenio anterior y la segunda, se le dan facultades a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) importantes para poder exigirle resultados.
A lo anterior, hay que agregarle el reciente discurso de la presidenta en el Consejo Nacional de Seguridad Pública a los gobernadores y el nombramiento del nuevo embajador de Estados Unidos en México: Ronald Johnson.
Pero vayamos por partes, señalemos algunos de los principales cambios y posteriormente señalar los aspectos positivos y negativos.
LAS MODIFICACIONES
Se modificó el artículo 21 de la Constitución y los principales cambios, son los siguientes:
La investigación de delitos corresponde al Ministerio Público, a la SSPC, a la Guardia Nacional y las policías en el ámbito de su competencia. De esta manera, también la secretaría de seguridad contará con la capacidad de investigación e inteligencia para anticiparse a los criminales.
La SSPC tendrá la facultad de auditar y vigilar el debido ejercicio de los recursos destinados por el gobierno federal para seguridad pública en estados y municipios. Una tarea muy importante y le otorga un poder muy particular sobre las entidades.
El Sistema de Seguridad contará con un Secretariado Ejecutivo que podrá establecer acuerdos y lineamientos para una coordinación eficiente de los tres órdenes de gobierno para alcanzar los objetivos de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
La SSPC será la responsable de formular, coordinar y dirigir la Estrategia Nacional de Seguridad Pública. Esto le concede facultades especiales por encima de otras instituciones implicadas en el tema de seguridad como la propia Guardia Nacional.
Por último, para coordinar las acciones de colaboración de los tres órdenes de gobierno podrá solicitar información a las instituciones y dependencias del Estado para el esclarecimiento de delitos. Es decir, tendrá acceso a toda la información recabada por otras instituciones y los distintos niveles de gobierno.
Por esa razón, esta reforma se ha considerado que ha gestado una super secretaría con grandes facultades en materia de seguridad entre todos los niveles de gobierno. En este caso, los reflectores se dirigen hacia su titular: Omar García Harfuch por el poder que consigue adquirir.
Hay que resaltar que esta reforma se aprobó también con los votos de los partidos de oposición: PAN, PRI y Movimiento Ciudadano. Consideran desde su perspectiva que retoman algunos aspectos importantes en el tema de seguridad.
DISCURSO Y EMBAJADOR
En el caso del mensaje de la presidenta en el Consejo Nacional de Seguridad Pública en donde pidió a los gobernadores atender el tema de seguridad de manera personal y no delegarlo. Señaló que ahí donde se está al frente hay mejores resultados. Lo anterior viene a reforzar la idea de la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno.
En el caso del nuevo embajador de Estados Unidos, el presidente electo ya designó a Ronald Johnson quien ha sido parte del ejército, miembro de la CIA y exembajador en El Salvador. Seguramente habrá presiones importantes de este gobierno en el tema de seguridad. Naturalmente, la presión será para beneficiar los intereses de Estados Unidos; sin embargo, tendrá que haber resultados.
ASPECTOS POSITIVOS
Por lo menos podemos reconocer tres aspectos positivos que han resaltado diferentes analistas:
El primero, la responsabilidad de la seguridad regresa a una institución y a un mando civil que durante el sexenio anterior se había cargado demasiado en las fuerzas armadas. Eso podría servir para regresar al fortalecimiento de las instituciones civiles, aunque por lo pronto todavía no está dado.
Segundo, la responsabilidad de la coordinación entre los tres niveles de gobierno ya no quedará en el aíre, sino que, tendrá un responsable. Eso podría significar un avance en esta política pública que está establecida en la ley, pero la coordinación es lo que menos se da cuando los problemas de seguridad se intensifican. El que la presidenta haya puesto el énfasis en la responsabilidad personal de los gobernadores, pone en el centro la coordinación.
Por último, el hecho de que la SSPC tenga facultades importantes para garantizar la seguridad, permite que también exista una exigencia de que se alcancen los resultados y que sea de la mejor forma. Es un arma de doble filo, pero están conscientes los medios y los partidos de oposición.
ASPECTOS NEGATIVOS
El analista Bravo Regidor hace una observación importante: García Harfuch no tiene mando operativo sobre ninguna fuerza pública y aunque tenga facultades importantes, eso lo debilita en relación con los mandos de la Guardia Nacional y las Fiscalías.
Lo anterior, nos lleva también a considerar que posiblemente pueda darse un choque con los militares y la Fiscalía. Con los primeros, porque será difícil que acepten ordenes de un civil y con la segunda, por lo que tiene que ver con la investigación de delitos. A priori, no parece sencillo el trabajo de colaboración entre estas instancias. Hay que agregarle la labor del embajador americano que se adicionará a esta relación compleja.
Finalmente, concentra mucho poder y como lo señalamos arriba puede ser un arma de doble filo porque también se puede abusar de este poder de muchas maneras: desde la aplicación de los presupuestos, el manejo de la información y las tareas de investigación. En este aspecto, no podemos perder de vista el contexto en donde existe una concentración de poder en el Poder Ejecutivo con la 4T.
EL BENEFICIO DE LA DUDA
Con lo apremiante de la situación en seguridad y con la implementación de estos cambios, es muy difícil no otorgar el beneficio de la duda. La sociedad mexicana está ávida de que las autoridades cumplan con su tarea de garantizar seguridad y ahora con la presión del gobierno del presidente Trump con su embajador, se volverá otro factor importante.
Por las señales que envía el gobierno federal parece estar consciente de esta situación; por esa razón, observamos que realizan un operativo “Enjambre” para detener a funcionarios implicados con el crimen organizado en el Estado de México, informan del mayor decomiso de fentanilo en Sinaloa o el mismo secretario de Seguridad despacha desde Culiacán para trabajar en la pacificación de la región.
Sin embargo, hay que decirlo: esto no es suficiente. Hay mucho trabajo por realizar en la mayor parte de los estados del país. Hay aspectos que alientan, pero todavía queda mucho por hacer. La super secretaría o el super secretario tienen por delante un reto titánico y se esperan resultados lo más pronto posible.