Lo que la vida nos da

Juan José Alvarado, columnista en Platino News

Sólo agradecimiento, una y otra vez lo diré lo afortunado que he sido, me dijo un amigo en una informal, pero fraterna charla de café.

Con toda esa intensidad para hablar que siempre lo ha caracterizado, tanto que en ocasiones parece rabiosos o colérico, pero para nada, es sólo un apasionado de la vida y de un montón de cosas.

Relató: afortunadamente, nunca he podido hacer dinero, pero he tenido lo suficiente para comer a lo largo de todos mis años tres veces al día y la verdad, siempre he comido lo que se me antoja y en donde se me antoja, aunque soy de gustos sencillos, como la comida casera.

Siempre he tenido para tomarme un cafecito a media mañana o a media tarde, pero además del dinerito, el tiempo para tirarme al ocio, generalmente con una muy buena compañía.

Cuando me dio por fumar, continúo diciendo mi amigo, era toda una pose en los cafés, saboreando el tabaco de mi pipa, la cual se apaga constantemente, pero así es el ritual, con un atacador y un encendedor especiales, que me regalaron para un cumpleaños mi familia.

La verdad, me dijo con la emoción a flor de piel, he podido viajar a donde he querido, con mucha austeridad como para comer y dormir en donde he elegido y regresar cargado de libros, pues es una pasión que he podido sostener por siempre.

Afortunadamente, siempre me ha otorgado la vida un buen colchón y un buen techo. Aunque las veces que he dormido en el suelo es porque siempre me ha gustado ir de campamento, pero aún ahí, la vida me ha favorecido con unas buenas cobijas y una buena tienda de campaña.

Mi amigo hizo una pausa, sorbió suavemente su café, claro, sin hacer ruido, siempre con mucho estilo y me dijo: de las amistades, ni qué decir, la vida me ha recompensado con gratas personas a lo largo de los años y de la familia, he sido consentido por mis padres, mis hermanos, y ahora por la familia que yo he formado.

Me duele que la gente sufra tanto, pero he aprendido a gozar de las cosas sencillas de la vida y a agradecer todo lo que he tenido. La verdad, suficiente para poder disfrutar.

Yo creo, terminó diciendo mi amigo, que lo más importante es poder disfrutar de las cosas que tenemos, pues siempre hay cosas por las que le tenemos que agradecer a la vida.