Llegaron los expertos

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

En un país como México, que el nivel de escolaridad es bajo, pues difícilmente alcanza los nueve años (aunque el analfabetismo funcional es muy alto: saben leer y escribir, pero no entienden lo que leen, no se expresan adecuadamente cuando escriben, tampoco saben las cuatro operaciones fundamentales).

En un país en que sólo se lee un promedio de 2.8 libros al año, muy por debajo de los 12 libros por año que se leen en España o en Alemania, de hecho, en una lista de 108 países, según la UNESCO, México ocupa el penúltimo lugar en lectura. No obstante, miles de “expertos” mexicanos opinan de todo en las redes sociales a diario.

Pasamos de la opinión de futbol a las finanzas, la salud, la conducta humana, el comportamiento psicosocial, la educación, las leyes, y un muy largo etcétera.

Recuerdo cuando estuve en la UAM-X cada participación en las discusiones o exposiciones en el aula, a diario, eran acompañadas por: lo dijo tal autor, en tal libro, de tal editorial, lo leí en tal periódico, en tal o cual revista. Siempre citando las fuentes de lo dicho y no eran válidas las ocurrencias cafeteras.

Los casos más mediáticos se tornan más inundados de opiniones diversas de “expertos en todo”: lecturas del lenguaje corporal con lo que demeritan la opinión; se sienten además expertos en psicología porque han leído “el psicoanalista”; o vieron en la tele “la ley y el orden” y ahora creen saber de derecho; ven las series de CSI y se sienten criminólogos.

Vamos, a muchos que acaloradamente discuten de futbol les he preguntado que, si han leído y estudiado el reglamento de futbol y sorpresa, jamás lo han tenido en sus manos, jamás lo han leído, por lo tanto, no lo conocen más que de oídas.

Opinar lo que se siente, lo que es su percepción, decir “para mí esto es así”, “esto es lo que yo creo”, etc., no hace a nadie experto y no hace esos comentarios; esas opiniones, esos análisis válidos, verídicos, correctos.

Insisto, son ocurrencias cafeteras, cerveceras, cigarreras. La libertad de opinión es válida, muy importante y hay que fomentarla, pero ejercer dicha libertad no da por sí sólo y por valido lo que se opina.

Los mismos y las mismas opinan de todos y de todos los temas vigentes (escandalosos) y tenemos que tomarlo así, es solo una opinión, eso no significa que realmente sapan del tema. Así que solo sirven dichos comentarios para entretenernos.