Libertad de expresión

Muchas cosas están cambiando en México y es momento de detenernos en ellas. Revisar las diferentes perspectivas con las que son analizadas, considerar sus pros y sus contras y finalmente, tomar una posición.

De antemano, sabemos que difícilmente podremos agotar los temas y que podemos tener algunos errores en el análisis; sin embargo, tenemos que realizar el ejercicio porque es indispensable como ciudadanos críticos de nuestra realidad.

Uno de esos cambios se refiere a la libertad de expresión o la censura muy discutida en la actualidad en nuestro país.

Hay varios casos que circulan en los medios de comunicación y en las redes sociales que ilustran estos cambios con las diferentes perspectivas. Estos son algunos de ellos:

  1. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sancionó a la ciudadana Karla Estrella con pedir disculpas, pagar una multa, tomar un curso de género y estar inscrita en el Registro de Personas Sancionadas por postear en X: “Así estaría el berrinche de Sergio Gutiérrez Luna para que incluyera su esposa, que tuvieron que desmadrar las fórmulas para darle la candidatura. Cero pruebas y cero dudas”.
  2. El Consejo General del Instituto Electoral de Tamaulipas estableció medidas cautelares contra el periodista Héctor de Mauleón y el periódico El Universal por violencia política de género por una columna publicada el primero de mayo de este año.
  3. La actriz y conductora, Laisha Wilkins fue requerida por el Tribunal Electoral para dar información sobre el siguiente post en X: “jaja Dora la censuradora jaaja” al ser acusada de violencia política de género.
  4. Un juez de control ordenó al periodista Jorge González no ejercer la actividad de periodismo por dos años y suspender las actividades del medio digital Tribuna como parte de una demanda penal al causarle daño psicológico a la gobernadora Layda Sansores con una columna que apareció anónima en este medio.
  5. La periodista Laura Brugés denunció que el INE le había solicitado información de sus fuentes sobre los acordeones repartidos en la elección judicial señalados en un post de su cuenta de X.
  6. El activista Miguel Alonso fue denunciado ante el INE por violencia política de género por un candidato y no procedió porque la violencia política de género no puede ser contra un hombre y posteriormente, por calumnia al señalar a candidatos que no cumplían con el perfil de idoneidad.
  7. En Veracruz, la sala regional del Tribunal Electoral sancionó con una multa, retirar la publicación y una disculpa pública al periodista Ángel Camarillo que publicó un reportaje sobre nepotismo al ser considerada violencia política de género.
  8. A lo anterior, se agrega la ley de ciberasedio en Puebla con la que se puede sancionar hasta con tres años de cárcel a quien: “use las redes sociales para insultar, injuriar, ofender, agraviar o vejar a otra persona”.

LA PERSPECTIVA A FAVOR

Los que defienden estas medidas y procesos legales señalan como principal argumento el que los medios de comunicación y las redes sociales se deben usar con responsabilidad y sin afectar a otras personas.

Por lo general, se manifiestan a favor de la libertad de expresión, pero en contra de las ofensas o las calumnias en los diferentes medios de comunicación.

LA PERSPECTIVA EN CONTRA

La contra parte, señala que debe prevalecer la libertad de expresión y que las medidas impulsadas desde el poder es censurar a los medios, comunicadores y ciudadanos.

La libertad de expresión es condición necesaria en una democracia en donde pueden manifestarse la diversidad de opiniones.

En el caso del ejercicio del periodismo les permite investigar, informar y opinar sobre los temas públicos y de esta forma, garantizar el derecho a la información de todos los ciudadanos.

POSICIÓN

En el caso de estos cambios llevados a cabo en nuestro país nuestra posición es contraria a su implementación por las siguientes razones:

Primero, son acciones promovidas por personalidades desde el ejercicio de poder. Su posición es muy factible de ser criticada o cuestionada y con estas medidas inhiben este ejercicio que es un derecho ciudadano si no responden a las expectativas.

Segundo, prácticamente en todos los casos es palpable la alineación de las instituciones a los intereses del grupo en el poder. Esto representa un riesgo para cualquier ciudadano o comunicador que exprese una opinión contraria a determinado funcionario o gobernante.

Tercero, no responde a la evolución democrática de nuestro país que pasó de un control casi absoluto de un partido político a la pluralidad de medios y formas de abordar los problemas públicos. Nadie imaginaría limitar la libertad de expresión de políticos como Marco Rascón o Carlos Castillo Peraza con muy diferentes perfiles.

Cuarto, limitar la libertad de expresión no responde ni a la misma realidad que es muy compleja y no existe una forma única de abordarla.

Quinto, el uso y manipulación de figuras legítimas como la violencia política de género nos deja ver lo complejo que es la propia realidad y que será necesario seguir trabajando en ellas.

Sexto, la izquierda que en estos momentos gobierna el país no puede traicionar el derecho a la libertad de expresión, aunque se caigan en excesos porque es una de las formas de garantizar que la democracia se mantiene.

Por último, la información y la desinformación siempre van a existir de un lado y del otro. Será la propia sociedad y los ciudadanos que tendrán que seleccionar la información que responda a los parámetros de objetividad, calidad y confianza y no las autoridades las que la tengan que ajustar a través de procedimientos judiciales.

Con lo anterior, se espera que estas medidas no se extiendan y no se traduzcan en leyes que afectarían la libertad de expresión, un derecho fundamental para la democracia.