Tengo el gusto de haber nacido en esta magnífica ciudad de León, Guanajuato, en donde crecí bajo ese mágico lema que le ha dado identidad a nuestra ciudad desde el siglo pasado: “El trabajo todo lo vence”.
Nací hace 53 años en la colonia los Olivos, una de las zonas más pobres de León en aquellos tiempos.. y la mayor y mejor herencia que tuve de mis padres fueron los valores y la educación. Cuando egresé de la Licenciatura en Derecho, comencé a trabajar, convencido de que con trabajo arduo y disciplinado, saldría adelante. Poco a poco y con el esfuerzo de los años, me he hecho un lugar en mi ámbito profesional. Mi historia es solamente una historia más de la generosidad que en el pasado solía tener esta ciudad ante el trabajo y el esfuerzo.
Lamentablemente, hoy el lema de nuestra ciudad ha muerto. León pasó de ser ese lugar en donde el esfuerzo era recompensado, a la ciudad en la que el trabajo duro ya no es suficiente. La causa de fondo: la desigualdad.
Los malos gobiernos del municipio nos han convertido en una ciudad profundamente desigual. De acuerdo a los indicadores de pobreza por municipio del CONEVAL (2015), en León viven 522 mil personas en condiciones de pobreza. Para dimensionar esta tragedia, esto equivale a sumar la totalidad de las poblaciones de San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo y Guanajuato capital. De estas 522 mil personas, 36 mil viven en pobreza extrema, lo que representa prácticamente la población total de Manuel Doblado. ¡Es indignante!
En sus orígenes, el PAN fue formado por un conjunto de ciudadanos inconformes; y al inicio de sus gobiernos, cuando lo hicieron bien, muchos fuimos parte de sus simpatizantes. Sin embargo, hoy no queda nada de ese antiguo partido de ciudadanos. El poder los corrompió y su ineptitud generó el caos que reina en el presente. Nos traicionaron y nos dieron la espalda. El único resultado de sus administraciones es la desigualdad, que representa la causa de todos nuestros problemas sociales.
Hoy, la inmensa mayoría de los comerciantes y pequeños empresarios leoneses ven con frustración la dificultad de mantener sus ingresos, mientras que unos cuantos privilegiados, compadres del presidente municipal en turno, hacen fortunas al amparo de sus relaciones… consecuencia de la desigualdad.
De nuestros jóvenes universitarios que egresan, son contados los que logran conseguir un empleo bien remunerado o emprender con éxito… una vez más resultado de la desigualdad
La inseguridad, ese gran tema, es también consecuencia de la desigualdad. ¿En qué momento las historias de asaltos, extorsiones, secuestros y asesinatos se convirtieron en el pan de todos los días de nuestras familias? Nadie se escapa: profesionistas, trabajadores, empresarios… ¡todos! sabemos que la policía no nos protege; y que sólo unos poquísimos privilegiados pertenecientes a la clase gobernante son los que duermen sin miedo.
Es inaceptable que el trabajo ya no sea suficiente para salir adelante en León, que nuestro lema de ciudad lo hayan convertido en una mentira, y que la única manera de lograrlo sea a través de las influencias. Cada vez somos más los desengañados.
Es momento de terminar con esta pesadilla de desigualdad en la que vivimos, y así acabar con la inseguridad, la falta de empleo y de oportunidades de desarrollo. Es momento de crear una ciudad en la que todos los trabajadores, profesionistas y emprendedores tengan las mismas posibilidades de crecimiento económico sin necesidad de palancas; y en donde una niña que nazca en Las Joyas tenga la mismas oportunidades que un niño que crece en el Campestre. Es momento de recuperar y de hacer honor a nuestro lema.