Por: Red de ayuda animalista de León
Aristóteles es un perro mestizo talla grande que fue atropellado sobre el bulevar Aristóteles, rumbo a Las Joyas, se supo de su existencia el domingo 21 de abril, pero no se sabe a ciencia cierta cuántos días estuvo ahí tirado, con un inmenso dolor expuesto al sol y sin ayuda.
Su caso lo vieron muchísimas personas a través de las redes sociales, pero nadie se preocupó por el animal, tal vez porque no era tan bonito como los que aparecen en internet o como los que venden en las esquinas, tal vez porque creyeron que los animales adultos no sienten o porque pensaban que los iba a morder. No es posible, pocos saben que los animales tienen el umbral del dolor mucho más alto que el humano.
En este caso parecía que la gente que pasaba por la concurrida zona no veía nada, pero eso no aliviaba su gran dolor, pues tenía molida la cadera, sin comer y sin beber nada. La escena era desgarradora, el perro estaba recostado con un gesto de inmenso dolor, entre orines, entre comida y agua que por supuesto no había probado, y en una sobra. ¿Quiénes lo movieron?¿por qué no lo ayudaron? Él estaba paralizado.
Fue hasta que una protectora de animales difundió su foto y la dirección que se armó un equipo para rescatarlo. La rescatista Gabriela Sánchez tomó un Uber con el poco dinero que le quedaba, se llevó una cobija para no lastimarlo y lo trasladó con su veterinario.
Decenas de personas esperaban con ansias que el animalito que había sufrido tanto fuera atendido sin embargo minutos después se supo que apenas llegaron a la veterinaria, el cachorro comenzó a vomitar y se ahogó con su propia saliva. Fueron sólo cinco minutos en los que el médico veterinario trató de hacer algo, pero no pudo y Aristóteles murió.
Descansa en paz Aristóteles. El paraíso te abraza ahora.
