Sé perfectamente cual fue el primer libro que leí de principio a fin, me lo regalaron en un intercambio familiar en una noche de navidad, pero no sé cuál será el último.
Cierto que he leído libros por encargo, uno o dos, y no lo volveré a hacer, además de que no lo disfruté, eran lecturas muy elementales, de moda hace muchos años, pero algo me dejó… un mal sabor de boca.
Tengo ya muchos años que solamente leo lo que se me apetece, y debido a mi persistencia, he encontrado libros hermosos; algunos, me ha costado mucho trabajo encontrarlos, pues los he buscado desde antes de que existiera la internet.
Recuerdo lecturas que en su tiempo me resultaron muy complicadas como “El dosel sagrado” de Peter Berger, editorial Amorrortu, a tal grado que constantemente me regresaba a releer los párrafos y debí tener un diccionario a la mano.
Lecturas apasionantes como “Memoria interrumpidas” de Francois Mitterrand, de editorial Andrés Bello y el de su esposa Daniele Mitterrand “Memorias de una primera dama” de editorial Aguilar.
Lecturas de la pandemia como “la izquierda Lacaniana” de Yannis Stavrakakis, editorial F.C.E., así como “la izquierda Freudiana de Paul Robinson, editorial Granica, que, por cierto, fue tanta mi insistencia en tener en mis manos éste libro, que una librería de Barcelona, cuyo nombre hoy omito, me mandó al psiquiatra.
Tantas lecturas que me han dado mucho gusto, muchas respuestas y han ampliado, profundizado radicalizado mis dudas. Todos como un grato ejercicio al leer varios libros al mismo tiempo, recordando, como ejercicio, como esfuerzo para mantener la mente activa, como acto petulante en las charlas de café, en las juntas de Peritos o en los juzgados de oralidad citar el título del libro, el autor, la editorial y en ocasiones hasta el capítulo. Siendo honesto, nunca he logrado memorizar todas las paginas de las cosas que cito de memoria.
Generalmente los lectores de libros acumulan más de lo que leen (nadie puede decir que yo soy de esos), pero ahora con tantas lecturas que podemos encontrar en internet, ya sea comprados en digital, ya sea gratis en PDF, tenemos un mundo de todo tipo de lecturas en la palma de la mano.
No hay pretexto para no leer, hoy lo hacemos en celular, en la tablet, en la computadora y claro, sigue teniendo un encanto muy especial el libro físico. Como sea, leer es envolvente, seductor, apasionante.
