Lactancia materna: hacia un futuro más sustentable

El doctor Éctor Jaime Ramírez Barba es cirujano, especialista certificado en cirugía general y salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del PAN en la LXV Legislatura. Columnista Platino

La leche materna es el primer alimento, la primera medicina y el primer amor de un niño

Las evidencias de las encuestas nacionales de salud y nutrición en México 2021 y 2022 son contundentes: solo el 34% de niñas y niños menores de seis meses recibió lactancia materna exclusiva (LME); el 27% no recibió LME durante los primeros tres días de vida y fue alimentado con fórmula comercial infantil (FCI) u otro líquido. Las conclusiones son que las prácticas de alimentación infantil en México deben ser protegidas mediante políticas que regulen la comercialización de FCI y promuevan un entorno laboral, social y político propicio para la lactancia materna y cuidado infantil, para que madres, padres y cuidadores puean adoptar prácticas de lactancia materna y alimentación complemnentaria adecuadas.

La lactancia materna es una práctica ancestral y fundamental para el desarrollo saludable de los bebés y la protección de su bienestar a lo largo de la vida. A lo largo de los años, la sociedad ha tomado conciencia de la importancia de esta práctica, y en ese sentido, México está dando un paso significativo para favorecerla mediante la propuesta de una modificación en la Ley General de Salud que estamos presentando hoy legisladoras y legisladores de diferentes partidos políticos en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, con la intención de regular y restringir la promoción y comercialización de sucedáneos de la leche materna destinados a lactantes.

Nuestra iniciativa con proyecto de decreto adiciona los artículos 66 bis, 66 bis 2, 66 bis 3 y 66 bis 4 a la Ley General de Salud, marcando un hito en la protección de la lactancia materna en nuestro país. Esta iniciativa representa un avance significativo para garantizar que las madres cuenten con un entorno que las respalde y promueva la lactancia como la opción primordial para alimentar a sus bebés.

El artículo 66 bis establece restricciones claras a las personas físicas y morales involucradas en la producción y/o importación de sucedáneos de la leche materna para lactantes. Se prohíbe la promoción y entrega gratuita de estos productos a profesionales de la salud y a cualquier persona, evitando así incentivos que puedan alejar a las madres de la lactancia materna. La evidencia científica ha demostrado de manera contundente los beneficios de la leche materna para la salud y desarrollo de los bebés, por lo que esta medida busca proteger el derecho de los lactantes a recibir el alimento más adecuado para ellos.

El artículo 66 bis 2 regula la publicidad y promoción de sucedáneos de la leche materna, prohibiendo cualquier indicio de que estos productos son equivalentes o superiores a la leche materna. Esta disposición pretende eliminar la desinformación que puede llevar a las madres a optar por alternativas innecesarias y menos beneficiosas para sus bebés. Al prohibir el uso de imágenes, marcas y promociones engañosas, se busca que la lactancia materna sea la opción natural y preferente para todas las madres mexicanas.

Asimismo, el artículo 66 bis 3 aborda las prácticas comerciales en farmacias, autoservicios y puntos de venta, evitando la promoción de sucedáneos de la leche materna en dichos lugares y prohibiendo incentivos a los vendedores para promover su consumo. Esta medida es esencial para crear un ambiente favorable a la lactancia materna, asegurando que las decisiones de compra no se vean influenciadas por intereses comerciales, sino por el bienestar de los bebés y sus madres.

Finalmente, el artículo 66 bis 4 establece que la información proporcionada a profesionales de la salud sobre los sucedáneos de la leche materna debe estar fundamentada en evidencia científica sólida y objetiva. Al fomentar el uso responsable de la información, se protege la integridad de los profesionales y se asegura que las madres reciban asesoramiento adecuado y no sesgado sobre la alimentación de sus hijos.

Este decreto representa un paso adelante en el compromiso de México con la salud y el bienestar de sus ciudadanos más jóvenes y esperamos el respaldo de todos los representantes populares en ambas Cámaras para su aprobación. La lactancia materna no solo proporciona una nutrición óptima para los bebés, sino que también fortalece el vínculo entre madre e hijo y contribuye a la prevención de enfermedades a lo largo de la vida.

Sin embargo, es importante recordar que promover la lactancia materna no se trata solo de implementar leyes y regulaciones; es una tarea de toda la sociedad. Es fundamental que las instituciones de salud y educación brinden información y apoyo adecuado a las madres, y que la sociedad en general respalde y fomente la lactancia materna como una práctica natural y valiosa.

Para lograr un cambio real y duradero, se requiere una inversión continua en programas de educación y concientización, capacitación para profesionales de la salud y el establecimiento de espacios amigables para la lactancia en lugares públicos y de trabajo. Además, se debe promover la creación de redes de apoyo entre madres, donde se compartan experiencias y se brinden consejos para superar posibles obstáculos.

En este sentido, la Secretaría de Salud desempeñará un papel crucial al emitir las disposiciones reglamentarias para la aplicación del decreto una vez publicado. Es necesario que estas normativas sean claras, precisas y de fácil cumplimiento, y que involucren a todas las partes interesadas para garantizar su efectividad.

En conclusión, nuestra iniciativa que modifica la Ley General de Salud para proteger y favorecer la lactancia materna en México es un paso significativo en la dirección correcta. Sin embargo, este es solo el inicio de un camino que requiere un compromiso continuo y sostenido de toda la sociedad. La lactancia materna no solo es un acto de amor entre madre e hijo, sino una inversión en el futuro de nuestra nación, en una sociedad más saludable y resiliente. Todos tenemos la responsabilidad de apoyar y proteger este valioso tesoro de la naturaleza.