La gobernadora eligió portar un traje sastre color violeta para asistir al primer informe de la presidenta Claudia Sheinbaum sabe qué en la vida, como en la política, cada acción y omisión comunica. Un color jacaranda símbolo del movimiento feminista apropiado en otros espacios, en los llamados tiempos de las mujeres. Sí Libia eligió comunicarle a la presidenta, que ni guinda, ni azul, el violeta les permite establecer diálogos desde agendas comunes, algo así como un terreno de veda, de tregua, de otros entendimientos. La presidenta antes hizo lo propio, eligió para el gran día el color negro con algunos toques blancos, en todos los casos, mensajes para todas y todos.
Hace rato así se comunican, ni una ha dejado de ser panista, ni otra a dejado de ser menos morena. Las dos se reconocen, se respetan, administran la relación, se mandan mensajes mutuos. Les ha funcionado la cordialidad política, la estridencia la saben cómo recurso, en este momento, no necesario. En un año ambas se entienden desde las reglas escritas, y las no escritas, en terrenos políticos éstas últimas son fundamentales.
El pasado lunes, Libia llegó puntual a la primera cita de importantes jornadas. A su llegada a palacio nacional optó por no hacer declaraciones, su silencio elegido es mensaje, otras autoridades estatales sí lo hicieron. Ella decidió que no era el momento. Camino al acceso, optó por detenerse, permitir la foto para los medios, enviar un saludo con su mano al que acompañó con una gran sonrisa, ahí estuvo su mensaje.
En las fotografías posó con otras y otros gobernadores de oposición, y con algunos del partido del gobierno, en todos los casos se ve cómoda, presente, sonriente. Una gobernadora que asistió con la consciencia de la importancia de la convocatoria, hacerse presente y refrendar el ánimo colaborativo. En sus redes sociales, por ejemplo, compartió las intervenciones de la presidenta en su informe a propósito de Guanajuato, “…destacar varios temas importantes, en cuestiones de salud, la construcción del hospital… la disminución, tan significativa y sostenida que en materia de seguridad hemos tenido…la presidenta refrenda que el acueducto de la presa Solís León ¡va!, temas del tren, de inversión…”. Una gobernadora que no se le olvida su panismo, pero sabe que en el presente no le alcanza para gobernar sólo con él.
Para Libia el ostracismo no es opción. Asiste cuando es llamada por la presidencia y lo hace sonriendo. Refrenda y comunica para articular una colaboración que desde los liderazgos de los gobiernos estatal y federal se lee en sólidos consensos. A su asistencia al informe, siguió su presencia a la instalación de la nueva Corte desde donde manifestó en sus publicaciones: “…nuestro país requiere instituciones fuertes, y que el proceso de elección que dividió a la ciudadanía ya quedó atrás…”. Al comunicar esto último manda un mensaje a Pedro para que escuche Juan, en la pasada elección judicial el triunfo del PAN Guanajuato en operación electoral destacó la ausente articulación al interior de MORENA dejando secuelas que ya deben de quedar atrás.
Como cierre público de su estancia en ciudad de México la gobernadora participó de la mesa de seguridad nacional, uno de los espacios de mayor rentabilidad política en tiempos de alianzas entre niveles de gobierno, ella lo sabe y lo ha sabido potencializar, las reiteradas imágenes con Omar García Harfuch no son un extravío deliberado. Como tampoco lo fue su intervención para destacar el trabajo coordinado y la presunta disminución de cifras del 60% en los homicidios dolosos, en lo que la gobernadora nombró la situación compleja y multifactorial de Guanajuato, eufemismos para no nombrar la violencia y la preexistente desigualdad.
Libia sonríe al cierre de su jornada, tiene motivos para hacerlo, la estratégica colaboración con gobierno federal le permite caminar acompañada en medio de las soledades, en plural, que atraviesan los gobiernos encabezados por las mujeres. Su sonrisa se explica desde la rentabilidad de compartir no solo el poder, sino las responsabilidades para poder nombrar en plural los resultados, los que sean que estos sean. Lo que ocurra en materia de seguridad, de pobreza, de desigualdad en Guanajuato, por ejemplo, ha dejado de ser solo un problema del gobernador, hoy la presidenta matiza estos señalamientos que antes hiciera su antecesor.
La gobernadora tiene motivos para esa alegría pública porque ha identificado que en la presidenta ha encontrado una aliada que puede desde la tribuna nacional invisibilizar los señalamientos de la oposición local, incluidas las de Morena, sus principales detractores.
Presidenta y gobernadora fueron las elegidas para gobernar, ejercen el poder en este primer año aún con la prudencia que aletarga decisiones importantes, saben que a su llegada permanecen grupos de poder que intentan controlarlas y las acechan permanentemente, hasta ahora ninguna ha querido o podido quitarles del paso, les administran, al menos lo intentan.
La alianza estratégica que hoy ambas mantienen, les suma en proporciones guardadas a cada una. En el caso de Libia, para este segundo año que inicia deberá sumar a la agenda de colaboración que denomina inteligente y efectiva otros elementos de fuerza sustantiva que son exigencias que no podrá seguir deteniendo, ni ella ni nadie, la desaparición de más de 5000 personas en Guanajuato. Lo deberá intentar y llevar a las mesas, con las implicaciones que esto conlleva.
Este mes llegan juntas a su primer año de gobierno, ambas atraviesan al interior de sus partidos pugnas que quitan tiempo, desequilibra su liderazgo, fuegos amigos les llaman, todo les impacta a ellas, de ahí que deban elegir sus propias batallas para mantense fuertes hacia afuera y con posibilidad de crecer alianzas desde adentro.
Este viernes la presidenta visita Guanajuato, Libia sonríe sabe que cada presencia, colaboración y encuentro tiene posibilidades de mantenerse firme en el afán, gobernar sin partidos, hasta donde esto sea posible.
POSDATA. En días pasados el presidente estatal del PAN, Aldo Márquez aseguró que “…hoy la gobernadora está callando bocas con resultados, no tiene que tiene que andar parloteando…”, sus formas y expresiones distan de toda la cordialidad que intenta construir Libia, poco abonan expresiones que encubren flojera mental para elaborar otras posiciones críticas. En esa misma intervención este dirigente de distendidas expresiones señala la colaboración con la presidenta, lo hace apenas, hay que entender que la gobernadora esta en otro contexto, en otra vinculación. A propósito del uso de manuales de comunicación a este político panista le urge atender alguno más a fin lo que intenta construir con esmero la gobernadora.