La soledad de hoy no es nueva

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

Aquellos que dicen que la nueva pandemia es la soledad, están equivocados, pues seguramente hacen un análisis somero y circunstancial de esta coyuntura que ha traído la presente pandemia de la COVID 19.

Ya hace muchos años que nuestra sociedad se ha aquejado de este mal, baste recordar el poema de “Reír llorando” (1873) de Juan de Dios Peza, que describe, de cuerpo completo, los pesares de la sociedad. Pero siendo más actuales y más precisos pido recordar el cómo, nuestros niños, jóvenes y aún adultos, se aburren, pese a tanta comunicación permanecen aislados y solitarios. Escudados y atrincherados en sus aparatos: celulares, computadoras, tabletas.

Hace años, los patios de las escuelas, a la hora del receso, se veía y se escuchaba todo un bullicio de estudiantes corriendo, jugando, departiendo con sus compañeros y sus compañeras, pero hoy en día, los vemos, si bien en pequeños grupos, pero metidos en sus aparatos móviles, cada quien “en lo suyo” y ocasionalmente, compartiendo un meme o un video.

Lo mismo pasaba en las casas, en general las mesas eran un lugar para la convivencia, alrededor de la cual padres e hijos compartían anécdotas o vivencias. Así mismo pasaba en torno al televisor, uno por casa y todos comentaban lo que ahí se veía. Ahora, cada quien come por su cuenta y cada uno ve en diferentes espacios alguna de las varias pantallas que hay, en general, en muchas de las casas. Viven en familia, pero viven solos.

No era común escuchar a un niño decir: me aburro, pero ahora es una frase tan común. Están tan cerca y tan lejos de papás que, al igual que los hijos, comen con el celular en la mano. No se diga de las mesas de café, en que se “arreglaba” el mundo con los amigos. Ahora, cada uno de los asistentes tiene un celular en la mano o cuando mucho, todos ven el partido de futbol, los bailes o lo que sea en las múltiples pantallas que hay en los restaurantes, los cafés y las cantinas.

La gente comentaba la novela del día anterior, por las mañanas en las oficinas, hablaba de política, del frío o del calor, pero intercambiaba puntos de vista con sus compañeros de trabajo. Hoy cada uno está en sus aparatos móviles. Hoy vemos que en el transporte público, en las calles, en los vehículos, etc., la gente cada día está más sola, pero claro que esta pandemia ha puesto más en evidencia la soledad en que vive la sociedad desde hace ya muchos años.

Corresponde a cada uno de nosotros hacer la tarea y compartir más con los nuestros, para empezar y extender el círculo para terminar con la soledad que aqueja a tantos.