Vienen tiempos complicados, el periodo electoral exacerba los ánimos y nos llevara inexorablemente a un debate de quien es mas rudo, quien nos dará mas policías, quien mejorara la detención de los delincuentes, quien nos dará la paz que tanto queremos.
Ese debate encierra el peligro que deriva del hecho ineludible de que en el animo general, el discurso del castigo es el discurso mas popular entre la población, pues no siempre los ciudadanos tienen los elementos necesarios para poder evaluar con profundidad lo que se dice por parte de los candidatos, pues como he comentado, son días en los que nos dirán que todo esta mal, que todo es terrible y nos prometerán que ellos lo harán mejor.
El peligro estriba en que caigamos en respuestas de cajón, que deriven en “más penas para los delincuentes”, “más prisión preventiva oficiosa”, “menos derechos para los delincuentes”, “más policías”, en pocas palabras, más de todo lo que deriva de enfrentar, perseguir y buscar castigar a los delincuentes, y muy poco, en evitar que las cosas pasen.
En cada columna que se me permite compartir insisto en esta visión, de la prevención, pues es poco explorada al caer en otro cliché discursivo: “la prevención es a futuro, es generacional, en 20 años veremos los resultados”; esto deriva de la presencia de modelos de largo aliento, que efectivamente nos llevan a esos parámetros temporales, pero no solo puede ser así.
La prevención tiene múltiples modelos, que responden a diferentes lapsos de tiempo, el modelo policial y de castigo penal, busca contener y disminuir los delitos basándose en que el la presencia policial disuade, así como el castigo; ambos puntos son necesarios sin duda, pero han sido la única apuesta en el tiempo, y no es así, hay mas opciones.
Diagnósticos de criminogénesis, estudios victimológicos, diseño ambiental de las ciudades, focalización de atención a grupos de riesgo, generación de nuevos modelos policiales, mapeo y estadística no solo descriptiva, sino tendencial, son formas diferentes de ver la seguridad, que pocas veces vemos en planes y propuestas, y las necesitamos, pues como he comentado, la presencia policial, la investigación de los delitos y la administración de justicia son necesarios, pero desprovistos de mas respuestas, difícilmente llegaran a su objetivo, contener y disminuir realmente el delito.
En estos tiempos que vienen, mi invitación a los candidatos, en todos los niveles de gobiernos, y ámbitos de poder, esta en ello, en cambiar la respuesta, buscando complementar la propuesta punitiva con prevención, como he comentado, hay muchas mas respuestas en materia de prevención que hacer ferias, torneos o campañas masivas (que son herramienta útil si se combina con mas niveles de intervención), por lo que el llamado no es menor, pues estriba en pedir que se apoyen en expertos, que vean lo que en el mundo se hace en la materia y nos den propuestas que mejoren substancialmente nuestra seguridad, dándonos esperanza de que el dolor del delito es evitable, y que podemos cambiar el estatus de las cosas que actualmente vivimos.