La reelección en la CNDH

En todos los países que se asumen como democráticos, están los que ejercen el poder y los que le dan seguimiento desde diferentes espacios para revisar procesos, decisiones y señalar inconsistencias, contradicciones y abusos.

La izquierda mexicana cumplió a cabalidad este seguimiento por mucho tiempo. Alzó la voz y cuestionó decisiones y designaciones. Cumplió con su papel de oposición y permitió que la democracia se fortaleciera generando procesos transparentes e instituciones robustas.

Pero como se dice coloquialmente: la vida da vueltas, hoy la izquierda está en el poder y le corresponde tomar decisiones. Ahora, la oposición da seguimiento a su gobierno y otros actores continúan con su trabajo de revisar el ejercicio del poder.

Algunas definiciones van imponiendo el sello de este gobierno y es importante resaltarlo porque eso permite desde el reconocimiento hasta la alerta a la sociedad.

Nuestro país está registrando cambios importantes en sus instituciones y eso hace más necesario tener un seguimiento más cercano. Ya en este espacio hemos abordado las reformas al Poder Judicial y de los organismos autónomos.

Ahora se dio la renovación de la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que desafortunadamente impone un sello negativo a la 4T por la forma y el fondo por las siguientes razones:

  1. Por la reelección en sí misma. En la 4T no son partidarios de la reelección en cargos públicos por su apego a la ideal revolucionario, de hecho, tienen considerado en su reforma política eliminar la reelección. La misma presidenta ha expresado su desacuerdo con la reelección.

Resulta una contradicción que impulsen la reelección de Rosario Piedra Ibarra en la CNDH, considerando que ha sido cuestionada durante su primer periodo.

  1. Por el desempeño de la Rosario Piedra Ibarra. Las críticas a su gestión provienen de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos como el Centro Prodh que ha señalado: “Lejos de ser plenamente funcional, desde su creación, el organismo ha enfrentado problemas para ejercer cabalmente su autonomía, ser transparente, mantener una relación cercana con las víctimas, fortalecer sus capacidades para investigar y atender quejas”.

Existen problemas muy sensibles en la sociedad mexicana en donde no hubo una intervención destacada de la CNDH como son los feminicidios y los desaparecidos.

  1. Por la manipulación de la terna. Se sabe que en la comisión donde se definió la terna no estaba considerada en un primer momento a Rosario Piedra y que solamente uno de los miembros pidió integrarla a la terna.

De esta manera, de estar en el lugar número 15 en la tabla de evaluaciones de los aspirantes pasó a quedar entre los primeros tres. Es decir, hubo 12 personas mejor evaluadas que fueron desplazadas.

  1. Por los argumentos de la manipulación de la terna. Cuando se dio a conocer lo anterior, el senador Javier Corral salió a declarar: “Piedra Ibarra llegó después de haber escuchado “las voces” de quienes buscan la reelección de la titular, ya que no solo se trata de seleccionar a los perfiles más idóneos y mejor evaluados sino de conseguir el mayor consenso político”.

Cuando después se observó que no había acuerdo sólido en la 4T; entonces, cabe la pregunta: ¿a qué consenso se refería el senador Corral? Todo parece indicar que más bien se trató de una línea política.

  1. Por el descarte de la segunda mejor evaluada. Con todo lo anterior, se volvió tendencia que fue descartada Tanía Ramírez de la terna final. Es directora ejecutiva de Red por los Derechos de la Infancia en México y una activista social.

Sobre esta situación declaró: “Cuando comenzamos a conocer estas rúbricas, estas tablas con las evaluaciones y supe que era la segunda mejor evaluada, pues sí sentí sorpresa y sentí molestia, no por un sentido de “me quitaron a mi” o de mala perdedora, sino porque se ponen unas reglas del juego que después se alteran”.

  1. Por la falsificación de las cartas. Un aspecto que se quiere minimizar porque los legisladores señalan que no fueron tomadas en cuenta, se refiere a la falsificación de las cartas de recomendación. Se dio a conocer una carta de recomendación del obispo Raúl Vera, quien posteriormente informó que se trataba de un documento apócrifo.

Esto es grave y se toleró con una parsimonia que debe ser motivo de escándalo por el nivel del cargo, por las instituciones involucradas y por el personaje afectado.

  1. Por las razones ofrecidas por los analistas simpatizantes. Analistas políticos simpatizantes de la 4T también argumentaron en contra de la reelección de Rosario Ibarra, pongamos algunos ejemplos.

Zepeda Patterson escribió en su columna en el periódico Milenio: “Así pues, lo que está en juego no son meras disputas entre corrientes sino la definición de un principio fundamental: ¿actuará Morena en función de criterios facciosos y doctrinarios o de lo que en realidad conviene al proceso de transformación con el que se ha comprometido? ¿Será la lealtad incondicional lo que primará o la competencia y la responsabilidad profesional?”.

Carlos Pérez Ricart comentó en el periódico Reforma: “Piedra al frente de la CNDH sería el primer gran error de Claudia Sheinbaum, una contradicción con el espíritu aperturista mostrado en campaña”.

Arnoldo Cuéllar con Julio Astillero declaró: “Si la 4T realmente aspira a representar un cambio profundo, no debería optar por la reelección de Rosario Ibarra en la CNDH. De seguir este camino, se generará un motivo de desprestigio y desconfianza no solo hacia la comisión, sino también hacia esta nueva hegemonía política, que parece enfocarse en blindarse por todos los frentes”.

  1. Por la línea en el senado. Y como cereza en el pastel, todos fuimos testigos de la línea que dictó Adán Augusto en la votación: todos los senadores de la 4T pasarán y mostrarán su voto por Rosario Ibarra.

Esta medida puede tener varias lecturas: disciplina partidista, sumisión legislativa, consenso político, pero al final de cuentas se trata de una línea marcada para los legisladores de la 4T que los deja mal parados.

  1. La correlación de fuerzas al interior de la 4T. Durante este proceso de votación se habló de una disputa entre al interior de la 4T. Por ejemplo, se mencionó que Rosario Ibarra sería la candidata del expresidente López Obrador y Nashieli Ramírez de la presidenta Claudia Sheinbaum.

Después, voces cercanas al oficialismo negaron que exista tal disputa; sin embargo, si tienen que salir a negarlo es porque el rumor cobro mucha fuerza.

Al final, Zepeda Patterson parece confirmar los rumores al afirmar: “No hay que darle vueltas, la única explicación lógica para la reelección de Rosario Ibarra en la CNDH reside en la intervención de Andrés Manuel López Obrador”.

Así que el evento de la reelección de Rosario Piedra podría dejar al descubierto la intervención política del expresidente. Si esto ocurre en la designación de la presidenta de la CNDH, podemos considerarlo en otras decisiones importantes como la reforma al Poder Judicial, desaparición de los Organismos Autónomos, por mencionar algunos.

  1. Por la prospectiva de la CNDH. Por último, la reelección de Rosario Piedra al frente de la CNDH deja una huella negativa de la 4T por el futuro de esta institución que mantendrá la misma dinámica y resultados semejantes a los de hace 5 años. En una relación cómoda con el poder y con actores centrales del gobierno de la 4T como lo son los militares.