La política nos une y nos separa

Juan José Alvarado, columnista en Platino News

Que el hombre es un animal político, es sin lugar a duda una afirmación que se acepta y generalmente no se debate. Quizá pocos desafían tal aseveración de Aristóteles.

Muchos aún confunden la política con los partidos políticos y tienen, en principio razón, pues generalmente estos van ligados a la participación directa (los militantes o simpatizantes de un partido) o la participación indirecta (generalmente en periodo de elecciones). En la cotidianeidad de los pueblos, los ciudadanos de todos los colores políticos o partidarios conviven, departen, negocian, se divierten, etcétera, sin mayor distingo o pasión que el momento o las circunstancias lo ameriten.

Los intereses económicos, se dice, no tiene color partidista, las diferencias religiosas pareciera que poco, las diferencias académicas ni pintan en política, (eso dicen). Lo cierto es que todos interactuamos sin mayor problema con personas que políticamente estén a favor o en contra de lo que uno cree.

La realidad es que un número muy escaso de ciudadanos conoce los principios políticos del partido político que es de su militancia o de su simpatía y un número más escaso conoce dichos principios políticos de los otros partidos que son, en ocasiones, de su desagrado.

Pero bien sabemos que conforme se da el avance en el año electoral, que conforme caminan las campañas políticas y los partidos y sus candidatos salen a la palestra, las paciones de los ciudadanos se van exacerbando y subrayo PASIONES, pues las discusiones en las mesas de café, en las cantinas, en los restaurantes e incluso en las casas, en la gran mayoría de los casos, carecen de elementos ideológicos de los partidos políticos que defiende, esto, por lo que ya mencioné; desconocen de su ideología.

Las personas, conforme se va acercando el día de la elección, se radicalizan, salen las diferencias aún con los amigos y los familiares. Pelean defendiendo sandeces, trivialidades, absurdos, pues desconoce incluso las plataformas políticas que los candidatos que defienden.

Para ser más preciso, en muchas ocasiones, mal saben el nombre de su candidato y desconocen a los demás y si esto lo llevamos a lo más elemental, ni siquiera saben quienes son los candidatos al senado, a las diputaciones federales y a las locales.

Votan en el desconocimiento total y se separan de las relaciones que a diario tienen, por lo cual habrá que ser más sensatos y buscar lo que une y no lo que separa.