La hiperpreparación

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

Cada día nos exigimos más y exigimos más de los profesionistas. Parece una carrera interminable por los diplomados, las maestrías, los doctorados, ya sea presenciales, en línea o híbridos.

Parece que nos hemos dejado seducir por los múltiples diplomas que ahora, se presumen en las paredes de las redes sociales. Pero todo está tan lleno y tan vacío, pues en muchas ocasiones, cuando vemos los contenidos de esos estudios nos damos cuenta de que son muy elementales, contenidos básicos, corrijo: muy básicos, cosas que se vie-ron no solamente en la licenciatura, sino en ocasiones en la preparatoria y hoy nos los quieren vender como la panacea, solamente porque es “linda” la presentación.

Infinidad de estudios en que no se lee un solo libro completo, no digo resúmenes de libros, eso ni los conocen. Se les deja a los alumnos leer, si bien les va, de la página 35 a la 40; por ejemplo. Muchas materias con escaso o nulo contenido teórico. Artículos sin ningún sustento académico, científico. Pues justifican: ya no quieren leer.

Tenemos la escasa bibliografía, además de incompleta, pues muchas veces esas páginas que les dan a los alumnos, nadie ha tenido el cuidado de citar la fuente: el autor, el título del libro, la editorial, la fecha de la edición, el país en que se ha impreso. Así, los alumnos no tienen la certidumbre de que eso tenga un origen científico y realmente tampoco es de su interés.

La pregunta obligada es ¿en dónde está el piloto? Vamos, la autoridad reguladora de tantos cursos, maestrías, doctorados que se ofertan tanto en instituciones públicas o privadas, algunas reconocidas, otras menos, pero todas con un domicilio físico.

No podemos dejar de mencionar que eso se multiplica en la Internet, en donde a diario se ofertan múltiples diplomados, maestrías, doctorados por instituciones de dudosa procedencia.

En mi ámbito, que es básicamente la psicología, un colega me dijo: me están pidiendo en un colegio que trabajo que les aplique una prueba de inteligencia a los alumnos ¿tú cuál me recomiendas? Claro que mi respuesta obligada fue preguntar que cuáles cono-cía. Mi sorpresa fue terrible, pues me dijo: “nunca vi a lo largo de la carrera ninguna prueba psicológica”. Omito por decencia el nombre de la universidad (así, con minúsculas) en la que estudió.

Tristemente me he topado con esto muchas veces, pues soy curioso y me meto a preguntar de los contenidos y de la bibliografía de lo que se oferta y en la gran mayoría de los casos eso es muy escaso si no es que es nulo.

Pero en esta inmensa ventana que son las redes sociales, veo a conocidos y a desconocidos colgar en sus páginas los diplomas y títulos que se otorgan en dichas instituciones. Cuidado al caer en las manos de esos profesionistas, con títulos… pero sin conocimientos.