Hace un tiempo escribí una columna que titulé “La Feria Estatal SA de CV” porque consideré que la feria, había dejado de ser un evento del pueblo.
Cada 20 de Enero se celebra la fundación de la ciudad de León, la cual como ustedes saben primero se consideró como villa de León en 1576 y tres siglos después, en el año 1830, en honor a los caudillos insurgentes Juan e Ignacio Aldama, se le nombró: “León de los Aldama”. En esta fecha, también se celebra la tradicional feria, que en teoría se realiza en espacios públicos, pero hoy, parece ser que llegó a su fin como un ente para el pueblo, y ahora entra a una nueva fase de privatización o cómo podríamos entender el hecho de que para poder accesar se tenga que pagar por costo de entrada, la cantidad de $70.00 pesos por persona? lo que conlleva a que el Patronato de la Feria y el Consejo esté fomentando el clasismo y la separación.
¿Cómo podemos defender lo indefendible? Cuando sabemos que de acuerdo a la normativa, el Patronato de la feria, tiene como premisa mayor la organización para que ésta llegue a todos los leoneses y sea accesible al mayor número de visitantes y estos puedan tener la posibilidad y la algarabía de participar en este festejo magno, pero en lugar de esta misión, se ha transformado a poner en primer lugar la obtención más rentable de ganancias, por ende la feria, ahora más bien parece una sociedad mercantil donde su premisa es el lucro y negocio, dejando de lado su esencia, como ya lo he mencionado, que es una fiesta popular para los leoneses.
El lema de que la feria es para todos, no se acerca ni un milímetro a la realidad, porque el ser por pobre o vivir en la extrema pobreza en León se puede sobrellevar por un padre de familia, pero el desprecio y la discriminación de sus coterráneos, integrantes del Patronato y Consejo es inaudita al dividir a los leoneses por su condición social. ¿De qué otra forma podemos leer que de lunes a miércoles de 10 am a 12:59 pm se permita ingresar a la feria por un costo de $11 pesos? Como si esto fuera un favor que le estuvieran haciendo a los leoneses, pero lo que no se dice es que a esta hora es cuando la feria está desolada, semivacía y los juegos mecánicos no lucen igual en el día o al atardecer que en la noche. Cómo les explicamos que les hemos arrebatado la alegría a ellos por la falta de unos pesos más; pero que a partir de las 13:00 horas entrarán aquéllos que puedan pagar $70.00 por persona y estos sí gozarán de todos los privilegios que les ofrece el Patronato y el Consejo. Siempre he sostenido que los hechos son los que hablan y lo cierto es que esta modalidad que aparentemente es una innovación, desde mi perspectiva, lo único que fomentará será la segregación de los ciudadanos leoneses.
Según la definición de la RAE establece que segregación viene del latin segregatio, es la acción y efecto de segregar (separar, marginar o apartar algo o alguien de otras cosas o personas). La segregación de seres humanos suele estar motivada por motivos económicos, sociales, culturales o políticos.
Es lamentable que la feria pueda ser considerada como los guetos aunque esta separación surge como un hecho de facto y aquí en esta feria está propiciada por los organizadores del evento.
Como lo he dicho, qué le vamos a decir a los 522,736 personas que viven en condición de pobreza o a los 36,678 personas que están en pobreza extrema, según un informe publico de la Secretaria de Desarrollo Social; así las cosas, el meollo del asunto son las ganancias, porque si multiplicamos seis millones de visitantes por 70 pesos, nos arroja la cantidad de 420 millones, solo por concepto de entradas, y si a esto le sumamos los pagos por la exclusividad de las cerveceras, refresqueras y demás, así como la renta de los stands que fluctúan entre los 25 o 30 mil pesos por espacios de 4×3 metros o las áreas de restaurant que pueden fluctuar entre los 200 mil y 300 mil pesos por concepto de renta e inclusive los propios expositores tienen que pagar el costo de sus gafetes que es para 3 o máximo 4 personas por la cantidad aproximada de $150.00 pesos, sólo nos faltaría que también vuelvan a cobrar por el uso de los baños.
En este orden de ideas, si a esto le sumamos que todos estos costos finalmente son absorbidos por los usuarios y que entre más caros estén las rentas de los stands o restaurantes y costos operativos, finalmente quien pagará los platos rotos son los visitantes, los cuales por comprar un refresco llegan a pagar hasta 20 o 25 pesos. En suma, la feria se convierte en algo prohibitivo para algunas de las clases sociales que tendrán que vivir en carne propia este tipo de discriminación.
Quiero traer a la memoria cuando se puso la primera piedra de la remodelación del Poliforum, junto con el parque Explora por parte de un distinguido leonés, Don Roberto Plasencia Saldaña, se pregonó que esas instalaciones serían de los leoneses, pero ahora vemos con infinita tristeza que esos espacios públicos han dejado de serlo y más bien parece que están en manos de los mercaderes de los eventos públicos. El poliforum, domo de la feria, la exposición ganadera, y las instalaciones centrales tienen dueño y cobran por su uso, por lo que se vuelve una quimera que la feria sea para todos, luego entonces es cuestionable si tendrán ganancias multimillonarias a través de patrocinios con espectaculares y pendones, alusivos a la feria, spots de radio y carros alegóricos en el desfile del 20 de enero. A todo esto se suma, que el Gobernador del Estado Diego Sinhué, aportará la cantidad de 235 millones para construir y mejorar las zonas de restaurant, 90 millones para el Parque Explora y 200 millones para ampliar el Polifórum, pero es una decepción que al final del día, esto sea para sólo unos cuantos que pueden pagar los costos, porque asistir a la feria es aceptar que se paga por entrar y por salir.