La Eterna Danza de los Números….

José Moisés Herrera Saldaña
Maestro José Moisés Herrera Saldaña, columnista Platino

Cuando hablamos de estadística, aunque pareciera que no debería ser así, hablamos de múltiples interpretaciones, la que le dio quien generó el número, la del que lo concentró, la del que lo graficó, la del que lo lee… y nadie ve lo mismo…

Pocas cosas se miden tanto en nuestro país como la seguridad, en los últimos años multitud de actores socio-políticos interpretan los datos que se han buscado estandarizar desde hace varios años por parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y generan reportes que se debaten, que causan disensos, pero que difícilmente se han traducido en un cambio en materia de seguridad.

Este humilde servidor no se quiere quedar atrás y desde mi visión, comentare los datos de nuestro Estado en los delitos de mayor impacto e incidencia en lo que va en el primer trimestre de este año 2020, para ello es necesario que revisemos proporcionalidad de población, es decir, para el INEGI, de acuerdo al ultimo censo realizado en 2010, México tenia 112,336,538 habitantes, y nuestro Estado se ubicaba en la 6ta. Posición de las entidades mas pobladas con 5,486,372 habitantes, lo que represente el 4.8% de la población del país.

No perdamos de vista este numero, 4.8%, normalmente uno de los tantos argumentos que se usan cuando se habla de análisis delictivo, es que el delito es proporcional al numero de habitantes, pues mayor numero de personas, en una interpretación simple, representa una mayor posibilidad de hechos delictivos.

Bajo esta premisa, deberíamos tener en nuestros números una suma semejante de delitos, sin embargo, sumando los delitos registrados de enero a marzo del presente año, tenemos en Guanajuato el 11.63% de los homicidios dolosos de todo el país, el 8.39% de las lesiones dolosas, el 6.87% de los robos a casa habitación, el 17.80% de las investigaciones por narcomenudeo, el 4.89% de las de violencia familiar y el 4.92% de los robos de vehículo con violencia.

Existen delitos donde estamos por debajo de este margen imaginario de 4.8%, como feminicidio con el 2.91%, secuestro con 0.85%, robo de vehículo en general con 3.8%, extorsión con el 0.027% y robo a transeúnte con 0.34%.

Reitero que los números parten del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y que son los que la Fiscalía General del Estado sube a dicho sistema, creo por experiencia que registrar es la mejor forma de conocer la realidad que vivimos, que ocultar, maquillar cifras, no es la medida adecuada, por lo que partiendo de esta premisa, es que debemos atender la problemática de seguridad con los números que contamos, en los casos en los que estamos por encima del 4.8%, revisar porque estamos ahí, es decir, los homicidios se han relacionado con la delincuencia organizada, que es competencia de los tres niveles, pero que explicaciones a habido para la violencia en los hogares, el robo de vehículos con violencia, las lesiones dolosas y el robo en nuestro hogares?, la explicación sencilla es que todos están correlacionados, pero a quienes toman decisiones no se les deben permitir opiniones sencillas, pues ellos cuentan al menos teóricamente con la información y la formación para atender la problemática; por lo que respecta a los numero que están por debajo del 4.8%, se debe analizar que ha hecho la autoridad y la sociedad para que no tengan éxito los delincuentes en ellos, e intentar replicar ese modelo, o por el contrario, revisar si no hay un subregistro de estos hechos ilícitos, que puede ser ocasionado por una multitud de factores que normalmente se miden en las encuestas de percepción ciudadana, como son el ser un delito de poca cuantía, no tener datos del delincuente para llevarlo al proceso, desconfianza en la autoridad, etc.

Revisar números e interpretarlos es  siempre una tarea que resulta no grata para las autoridades, se ve como una critica o un ataque, pero creo que debe ser vista con la finalidad que tiene todo sistema de evaluación, ver que esta pasando, que se esta haciendo y que se debe de hacer para cambiar esa realidad retratada, y cumplir con el fin del Estado en materia de seguridad, hacer el dolor evitable para sus ciudadanos.