La cantina más antigua de León aguantó embates de la revolución, pero del tiempo no (galería)

La cantina más antigua de León fue demolida. No aguantó el paso del tiempo. Foto; Especial

León, Gto., 7 de julio de 2021.- Este miércoles terminó una tradición centenaria. El mítico Bar Mónaco ubicado en la calle Emiliano Zapata del centro histórico de León fue demolido. Ahí se fueron un sinfín de historias de políticos y pueblo que convivieron en un mismo lugar.

Era, por mucho, la cantina más antigua de León. Salvador Flores Alcalá ya es de la cuarta generación que tuvo la administración del Mónaco. Lugar donde no había distingo para entrar con portafolios o mecapal.

Fundado en 1897, sobrevivió a saqueos de la bola que llegaron con Pancho Villa a León y que ahí saciaron su sed luego de las batallas en la línea de fuego contra el ejército de Álvaro Obregón.

Dentro no hubo distinción entre portafolios o el mecapal. Los clientes fueron tratados igual. Foto: Tomada de Facebook.

Sobrevivió también a la guerra cristera y a las inundaciones. A la peste y hasta a un cambio de domicilio.  Ahí permaneció hasta el día de hoy, cuando el tiempo no le dio más tregua.

Esta tarde finalmente el inmueble centenario que guardaba en su regazo al bar -que más bien siempre fungió como una tradicional cantina- sucumbió al tiempo.

A las 17 horas iniciaron las tareas de demolición. No hubo tiempo de avisar, solo las paredes de adobe que se volvieron de hormigón se cansaron de estar firmes y, comenzó la demolición.

Un mural, una mirada, y lo discreto de la promesa siempre cumplida. Lo que pasa en el Mónaco, se queda en el Mónaco. Foto: Tomada de Facebook

Con apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública y de Protección Civil, la maquinaria pesada ingresó donde nunca hubo distinción. Jamás hubo secciones para ellos u otros y, Don Chava, siempre trató igual a alcaldes que ahí llegaban como a trabajadores del Descargue Estrella.

Médicos, Abogados, boleros, curtidores, artistas, estrellas, Cuco Sánchez -cuando llegaba a la Feria de León- el entrañable Canti -viejo reportero de la ciudad- Rogelio de Pascual, candidatos, cofradías, llegaban a entregarse a un buen trago de cantina.

Lo que pasa en el Mónaco, se queda en el Mónaco, decían aquellos políticos setenteros, hoy como para desvelar esos secretos, los trabajadores escarbaron sin hallar más que recuerdos. Con los escombros, también se removieron los recuerdos.

El Bar Mónaco, de la familia Flores, sobrevivió hasta la última pandemia. Hasta hoy, cuando para el lugar, el tiempo no fue su amigo.