Guanajuato, Gto., 29 de mayo de 2025.- La primera batalla fue para el panismo, en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y las dos diputadas priistas: el Pleno del Congreso del Estado rechazó el dictamen de tres iniciativas de reforma a la Constitución Política para el Estado de Guanajuato que pretendían eliminar el párrafo que señala que la vida empieza con la concepción.
Rezos, consignas y pancartas con mensajes religiosos estaban en las más de dos mil personas que llegaron en autobuses a la sede del Congreso del Estado.
Al llegar a la sede, personal de seguridad separaba a verdes (a favor de la despenalización del aborto) de azules (“a favor de la vida”); cabellos teñidos y tatuajes en algunas de las primeras, rosarios y rezos en las segundas.
Cada bando registró a un grupo que las representó en las butacas del área del sector destinado al público: las verdes apenas alcanzaron a ocupar el espacio asignado: las azules llenaron y dejaron gente afuera.
Miriam Reyes Carmona les leyó la cartilla antes de comenzar: nada de gritos ni de interrupciones. Ambas partes dijeron que sí.
En el lado verde estaban la morenista Martha Lucía Mícher Camarena; del lado azul se identificó al exdiputado Carlos Ruiz Velatti y a la regidora silaonse Anel Torres.
Tocó al panista Juan Carlos Romero Hicks, del dictamen, abrir tanda. Apenas comenzaba a decir que el Estado Mexicano tiene la encomienda de proteger los derechos humanos que, bajo un criterio de progresividad, protege la vida de toda persona, nacida o no nacida sin excepciones.
Desde la tribuna verde hubo gritos que calló Miriam Reyes.
Romero remató su argumentación, siempre bajo la consigna de que la vida comienza desde la concepción, de que su esposa tenía embarazo de riesgo y le propusieron interrumpir el embarazo; optaron por seguir y ahora su hija tiene 30 años. La anécdota hizo que la morenista Martha Edith Moreno Valencia le recordara que eso buscan: que la mujer pueda decidir si continúa o no con su embarazo.
Y así fue la andanada de oradores, con aplausos y gritos desde la tribuna para público. En la explanada retumbaba el “¡Sí a la vida!”, alternada con rezos y cantos.
Al hablar en contra, la morenista María Eugenia García Oliveros se pronunció por el respeto al derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo: la interrupción legal del embarazo debe enmarcarse en lo que son los derechos sexuales y reproductivos. El derecho penal no puede utilizarse para castigar las decisiones reproductivas de las mujeres ni era una vía idónea para proteger la vida prenatal, remató.
Por el lado azul subió el panista Aldo Iván Márquez Becerra, también a favor del dictamen y a argumentar desde una perspectiva de la justicia para “proteger, ante todo, a quien no puede defenderse por sí mismo”.
Molesta porque no se le había permitido participar en una primera ronda, la emecista Sandra Alicia Pedroza Orozco pasó para decir no se deberían estar debatiendo los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, además de indicar que el otorgar el estatus de persona al embrión o feto genera medidas restrictivas de derecho a las mujeres y personas gestantes, donde al no haber modificaciones en la constitución local se está en contra de los preceptos de derecho emitidos por la Suprema Corte de Justicia.
Luego, el morenista David Martínez Mendizábal comentó que la Carta Magna se debe adecuar con el criterio de progresividad de los derechos humanos y que eso tiene que ver con el aumento, no con la restricción de los derechos. Recalcó que la constitución estatal atenta contra la federal al estipular que la vida comienza desde la concepción.
El emecista Rodrigo González Zaragoza pasó a tribuna para señalar que la ley no debe criminalizar a ninguna mujer por decidir sobre su cuerpo y por hacer valer su derecho de autonomía sexual y reproductiva y acusó que en Guanajuato se legisla bajo visiones del dogma religioso.
El morenista Luis Ricardo Ferro Baeza añadió que definir quién es persona no es competencia de los Estados, tampoco definir en qué momento inicia la vida en efectos legales, eso puede hacerlo la Constitución Federal y así como lo resolvió la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Hubo guerra de mantas y pancartas. El despliegue de una manta que criticaba al PAN generó una discusión entre los coordinadores de ambos partidos y enervó a la banda azul de la zona del público que quería colocar otra manta incluso en el área de prensa.
Al final, todo quedó en simbolismos: el sector del pañuelo azul sostenía en alto sus pancartas y daba la espalda a oradores de la postura pro aborto y las del pañuelo verde agitaban sus manos para animar a los suyos.
Al final, el dictamen fue aprobado por mayoría de votos: los 16 del PAN, el de la panista representante del PRD, los dos votos de la bancada ecologista y dos más de las diputadas priistas. Los 11 de Morena, dos de Movimiento Ciudadano, uno del PT y el de Alejandro Arias, del PRI, marcaron la postura pro despenalización del aborto. La propuesta de no criminalizar a las mujeres se fue al archivo definitivo.