Jorge Jiménez Lona, todo indica que él sí entendió

Mientras Jorge Jiménez, es dueño de sus silencios y palabras, algunos otros han mostrado signos tempranos de estar más ocupados en su propia promoción

Iovana Rocha. Columnista en Platino News

En fechas recientes los medios de comunicación circularon unas fotografías que dan cuenta de la presencia conjunta de la presidenta municipal de Apaseo el Alto, Montserrat Mendoza Cano y el secretario de gobierno, Jorge Jiménez Lona, caminan juntos, pero él guarda prudentes pasos de distancia respecto a ella cuando se presentan a dar el pésame a los deudos del servidor público asesinado horas antes en ese municipio. Ambos son autoridades de niveles de gobierno corresponsables de la violencia que atraviesa el estado, hacerse presentes es deber, la forma de hacerlo es parte del mensaje.

Esa imagen retrata de forma puntual la reiterada presencia de un secretario de gobierno que ha sabido participar de gobiernos encabezados por mujeres, antes lo hizo como secretario de ayuntamiento del municipio de León con una presidenta, Alejandra Gutiérrez, hoy lo hace como el secretario estratégico del gabinete de la primera gobernadora Libia Denisse Muñoz. Un político inteligente que administra de manera sobria su presencia, ellas son las que gobiernan, él es integrante de primera línea de sus equipos, no compite con ellas, está donde y cuando debe hacerlo.

Jiménez Lona es un político que ha construido una imagen en torno a la estrategia que se aprecia casi natural, el casi no pretende restarle mérito a sus afanes para irse construyendo, le es sabida su habilidad de escuchar, dialogar y generar acuerdos. Su nombramiento como secretario de gobierno se leyó desde esas cualidades probadas que desarrolló desde el congreso del estado donde fue un asesor discreto, un director de gestión diligente y un coordinador de asesores sin estridencias. Es un hombre con suficiente poder como para tener que exhibir su necesidad de tenerlo, justo su fortaleza radica en esa seguridad que muestra en sus comportamientos institucionales.

Esto último lo hace destacar, lo muestra distinto a muchos de los funcionarios que hoy forman parte del equipo de la gobernadora, incluidos algunos otros que no son parte de la estructura del ejecutivo, pero si del partido político que ella representa. Mientras Jorge Jiménez, es dueño de sus silencios y palabras, algunos otros han mostrado signos tempranos de estar más ocupados en su propia promoción, que por mucho rebasa la pauta pública de concentrarse que ha manifestado la gobernadora.

Rebeliones individuales de hombres protagonistas al interior “de casa” que irrumpen las narrativas del tiempo de las mujeres como un sello de los actuales gobiernos dirigidos por ellas, las primeras como en el caso de Libia Denise.

Hay lista de personajes en los supuestos referidos, por mencionar a uno destacado Jorge Espadas, diputado y coordinador de la fracciona panista quien es la evidencia de aquellos hombres que acompañan en los ascensos al poder a las mujeres y se convierten en sus primeros detractores, ella construye con la izquierda y derecha, el golpea con la derecha. Si se tratará de un acuerdo previo, el resultado sería pírrico para una gobernadora que ha declarado de forma reiterada autonomía, independencia y afanes yo soy la que manda y la que decide, así lo declara. Espadas disfruta con desafiar en el terreno de los hechos está y otras posturas de la gobernante.

La gobernadora no es la única mujer que debe de mantener atención en aquellos que se resisten a ser cuerpo de coro. En el caso del gobierno local de Samantha Smith, su esposo, el exalcalde Alejandro Navarro, es el ejemplo de aquellos hombres que no han entendido sobre el respeto a espacios y tiempos en la gobernanza y legitimidad que están intentando algunas mujeres. Hoy por hoy, Samantha tiene a su principal competidor en casa, aquel hombre que se jacta en el terreno de los hechos de que el poder lo sigue ejerciendo él. Extraña los reflectores, en el caso de Navarro aplica aquella vieja consigna que “lo más difícil de ser, es dejar de ser”. Él es el padrino, ella es la madrina, ella es por él, si se atreve a analizarlo para ella dejará de ser tan rentable ser nombrada por extensión.

Es evidente que no es habilidad de todos saberse dirigidos por una mujer gobernante, sus afanes propios les rebasan y les autorizan excesos contenidos en un patriarcado que resiste. En sus permisos y protagonismos entendemos que no entienden que el orden numérico no solo es un asunto matemático, aplica en las jerarquías, en la política, define las formas y con ello los fondos.

Con la proximidad de septiembre, la gobernadora deberá hacer importantes llamados al orden, es indispensable que lo haga o de lo contrario su silencio se entenderá como aval. En un gabinete siempre habrá quienes pretendan superar los límites, en el caso particular de quienes integran el gobierno de la gente resulta de llamar la atención que esos inquietos en mayoría sean los hombres, a quienes nombró la primera gobernadora en el entendido de un gobierno paritario. Las posiciones y ejercicio de poder, no asoman un gabinete paritario, sí en número, no en posiciones de poder y eso, no da para mayor celebración en la causa de las mujeres.

Un gabinete paritario implica distribución y ejercicio de poder. En el gabinete de la gobernadora Libia Denise un susurro reiterado en intervención qué concentran espacios ocupados por hombres.

Regreso al actor en referencia de este escrito, el abogado Jorge Jiménez, un secretario de gobierno que en este primer año se ha mostrado como un leal colaborador de una gobernadora, la primera. Militante disciplinado y funcionario que funciona con los pies en el presente, su inteligencia le permite saber que le será rentable. Él a diferencias de otros en gabinete, y en el equipo, aprendió una lección básica en el refranero y en la política actual, unos corren tras la liebre, y otros sin correr la alcanzan…al tiempo.